La imagen de Neymar dejando el campo en los minutos finales, sustituido por Joao Schmidt, sintetizó el impacto de su regreso: el astro brasileño, aunque no marcó, fue el eje de las acciones ofensivas y generó constantes dificultades a su marcador, Fabricio Bruno. La magia que lo caracteriza se mantuvo visible durante todo el encuentro, en el que Santos logró una victoria fundamental ante Cruzeiro por 2-1 en Belo Horizonte, resultado que revitaliza sus aspiraciones de permanencia en el Brasileirão.
El desarrollo del partido mostró a un Santos que, pese a la presencia de su máxima figura desde el inicio, debió sobreponerse a un escenario adverso. El primer golpe lo asestó el local en el cierre de la etapa inicial, cuando Fabricio Bruno aprovechó un tiro de esquina ejecutado en corto por Wanderson y, sin marca, superó la resistencia del arquero Gabriel Brazao. Ese tanto obligó al equipo visitante a replantear su estrategia para la segunda mitad. La reacción de Santos se gestó en torno a la influencia de Neymar, quien asumió el protagonismo ofensivo. En una de las primeras acciones del complemento, el delantero desperdició una ocasión clara frente al arco vacío, una jugada que pudo haber significado el empate.
No obstante, la igualdad llegó poco después, a los 62 minutos, cuando Guilherme apareció por el segundo palo para empujar un centro de Caballero y establecer el 1-1. El desenlace del encuentro reservó la jugada decisiva para los instantes finales. Esta vez, los roles se invirtieron: Guilherme condujo el balón y habilitó a Caballero, quien ingresó sin oposición por la banda y definió con precisión al primer palo, sellando el 2-1 a los 89 minutos. Esta secuencia, que invirtió los protagonistas del primer gol, reflejó la capacidad de adaptación táctica del equipo y la eficacia en los momentos críticos.
Durante el tramo intermedio del segundo tiempo, la atención se centró en el duelo entre Neymar, de 33 años, y Fabricio Bruno. El atacante brasileño, con su habitual destreza, lo desbordó en dos oportunidades en una misma secuencia. En el primer enganche, lo dejó sentado, pero esperó a que se levantara para volver a superarlo.
“Neymar siendo Neymar”, celebró la jugada el Santos en sus redes sociales. “Humillado”, opinó uno de los seguidores de la cuenta de X. “Le quebró la cintura de concreto”, ilustró otro. “Fabricio Bruno se quebró cinco costillas ahí”, apuntó un tercero". “Va a tener que tomar un remedio para destrabar la columna”, sumó un cuarto.
La ovación al ser reemplazado en el tiempo adicional subrayó su peso en el desarrollo del partido. La victoria obtenida por Santos en Belo Horizonte representa un alivio en la lucha por evitar el descenso y refuerza la confianza del plantel en una etapa decisiva del campeonato. Cruzeiro está segundo en el torneo, a tres puntos del líder Flamengo.
El club en el que brilló Pelé alcanzó la línea de las 21 unidades y se despegó cinco de Vasco, el último elenco que está perdiendo la categoría.
En la semana, tras la victoria contra Juventude, Neymar se envalentonó y hasta le envió un mensaje a Carlo Ancelotti, técnico de la selección de Brasil. “Todos saben quién soy, no necesito demostrarle nada a nadie”, lanzó la ex figura del Barcelona y del PSG.
“Todos conocen mi estilo, estoy disponible, soy un deportista, todavía me siento bien, así que depende de ellos”, afirmó, trasladando la responsabilidad de su regreso a la decisión del experimentado estratega italiano.
La expectativa gira en torno a la doble fecha FIFA de septiembre, cuando Brasil cerrará las Eliminatorias rumbo al Mundial del año que viene en Norteamérica enfrentando a Chile como local y a Bolivia en la altura. Los rumores sobre la vuelta de Ney a la selección se intensifican a medida que se acerca esa ventana internacional, especialmente después de que una lesión lo marginara de la nómina en la última convocatoria de junio, justo cuando se perfilaba para regresar tras la grave rotura de ligamento cruzado y menisco interno de la rodilla izquierda sufrida.