En otro nivel

Las hazañas en el béisbol suelen durar años y muchas parecen imposibles de superar. En la historia de las Grandes Ligas destacan las 511 victorias del lanzador Cy Young, los 56 juegos consecutivos dando hit de Joe DiMaggio, el promedio de bateo de .406 en una temporada logrado por Ted Williams, los siete juegos sin hit ni carrera lanzados por Nolan Ryan, los 2.632 juegos consecutivos disputados por Cal Ripken Jr, y hasta el año pasado pensar en un 50-50 era casi que imposible. Sin embargo, lo vimos.

Fuimos testigos de la historia cuando el japonés Shohei Ohtani alcanzó la hazaña en el LoanDepot Park, en Miami, contra los Marlins el 19 de septiembre de 2024. Fue el segundo de tres cuadrangulares que conectó ese día, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar 50 jonrones y 50 bases robadas en una misma temporada. El batazo, de 391 pies, fue una línea al jardín izquierdo-central que aterrizó en una zona de mesas y sillas, provocando una caótica lucha entre los aficionados por hacerse con la pelota. El fanático Christian Zacek emergió con la bola y, tras rechazar una oferta de $300,000 de los Dodgers, la subastó por un récord de $4.392 millones, convirtiéndose en la pelota de béisbol más cara jamás vendida.

Fue quizás lo más resaltante de toda la temporada, pues era algo nunca visto y para muchos -incluyéndome- algo que seguro tardaríamos años en volver a presenciar. Pero el propio Shohei Ohtani atenta contra esa teoría. La hazaña, según sus proyecciones, puede emulada este mismo año.

El designado de los Angeles Dodgers, sacudió 10 cuadrangulares y estafó 10 almohadillas en los primeros 35 juegos de la actual temporada de la MLB. En ese mismo lapso, la campaña pasada, tenía la misma cantidad de vuelacercas pero tres robos menos.

El ritmo es más rápido que el de 2024, aunque las proyecciones de Fangraphs son conservadoras. Lo visualizan con 45 jonrones al final de la temporada y 44 robos, mientras que ESPN lo muestra con un cuadrangular menos.

Pero si algo ha dejado claro Ohtani, es que no hay proyección que limite su capacidad. Ya demostró que lo imposible es posible. Su talento, disciplina y consistencia lo convierten en el único capaz de repetir una hazaña de ese calibre. Si alguien puede volver a alcanzar el 50-50, sin duda es él.