
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos contra Michael Gann, de 55 años, residente de Inwood, Nueva York, por fabricar y colocar al menos siete artefactos explosivos improvisados en diversos puntos de Nueva York, según confirmó la Fiscalía. Los hechos imputados ocurrieron entre mayo y junio de 2025, e involucraron el uso de precursoras químicas adquiridas en línea y la manipulación de materiales peligrosos en barrios residenciales y en infraestructuras públicas de transporte.
Las autoridades informaron que Gann adquirió aproximadamente 900 gramos (2 libras) de perclorato de potasio y 450 gramos (1 libra) de polvo de aluminio por internet, insumos que mezcló para provocar una explosión tras recibir los paquetes en Long Island a inicios de junio. Además, compró más de 200 tubos de cartón y 15 metros (50 pies) de mecha. Estos elementos fueron trasladados y almacenados en Manhattan, donde ensambló varios artefactos.
La investigación identificó que cinco artefactos y al menos cuatro cartuchos de escopeta estaban ocultos en las azoteas de edificios residenciales en el sector de SoHo. Imágenes de las cámaras de vigilancia muestran a Gann colocando los dispositivos en estos espacios. Un sexto artefacto fue lanzado por Gann a las vías del metro en el Puente de Williamsburg. Según el informe, un séptimo artefacto fue incautado durante su arresto el 5 de junio de 2025, en las inmediaciones de las azoteas mencionadas.

De acuerdo con las fuentes oficiales, la compra de los ingredientes y materiales tuvo lugar en mayo de 2025, momento en el que Gann solicitó los químicos precursores y el resto de suministros por internet. Al recibir los envíos a principios de junio, mezcló el perclorato de potasio con el polvo de aluminio y realizó una detonación experimental, según la documentación judicial. No se precisaron daños provocados como resultado de la explosión inicial.
Los datos recopilados durante la investigación revelan que, aparte de los explosivos, Gann acopió cartuchos de escopeta en las mismas azoteas residenciales, con la intención de combinarlos con alguno de los dispositivos. Uno de los IEDs, de color negro, contenía cerca de 30 gramos de material explosivo, lo que representa aproximadamente 600 veces el límite legal de pólvora permitido para fuegos artificiales de consumo, detallaron las autoridades federales.

Los documentos judiciales y la Fiscalía aseguran que Gann realizó búsquedas en internet asociadas a explosivos y armas de fuego en las semanas previas a su detención durante mayo y junio de 2025. Entre los términos indagados figuraban “¿aprobaré un control de antecedentes?”, “impresión en 3D de armas”, “bomba de cloro” y “suministros pirotécnicos”.
Se incluyen, asimismo, publicaciones realizadas por Gann horas antes de su arresto. El 5 de junio, el acusado escribió en Instagram: “¿Quién quiere que salga a jugar como si no hubiera un mañana?”. En una publicación previa, el 27 de marzo, etiquetó a la cuenta presidencial en X con un comentario alusivo al empleo de la Guardia Nacional y la construcción de un muro.
Los cargos presentados por la Fiscalía contra Gann incluyen intento de destrucción de propiedad mediante explosivos (pena mínima de cinco años, máxima de 20 años), transporte de materiales explosivos (hasta 10 años) y posesión ilegal de dispositivos destructivos (hasta 10 años). De resultar culpable en todos los cargos, la condena máxima ascendería a 40 años de prisión.
El fiscal federal Jay Clayton declaró que “la seguridad de los neoyorquinos es primordial”, y destacó la rapidez de la actuación policial. Por su parte, el director local de la FBI, Christopher G. Raia, elogió la colaboración entre agencias federales, estatales y locales para prevenir posibles daños a la población civil. La comisionada del NYPD, Jessica S. Tisch, recalcó la importancia de la investigación conjunta en la neutralización del riesgo.