
La noche del viernes, un vuelo comercial llevó a sus pasajeros a experimentar momentos de tensión y desconcierto en el cielo de Dakota del Norte. Durante la aproximación final al aeropuerto de Minot, el piloto de un avión de SkyWest, operando bajo la denominación de Delta 3788, detectó de repente la presencia de un bombardero militar del tipo B-52 en la misma trayectoria de vuelo.
Este inesperado encuentro llevó a que se ejecutara una maniobra de aproximación frustrada para evitar una colisión.
De acuerdo con el comunicado oficial de SkyWest, citado por NBC News, “el piloto realizó una maniobra de aproximación frustrada cuando otra aeronave se hizo visible en su trayectoria de vuelo”. La aerolínea detalló que la tripulación logró aterrizar de manera segura en Minot tras volar desde Minneapolis, y confirmó que se encontraba investigando a fondo el incidente.

La presencia del B-52 fue confirmada posteriormente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que en sus declaraciones recogidas por el medio señaló que investigaba informes sobre una aeronave militar que operaba en el mismo espacio aéreo que una aeronave comercial.
La Fuerza Aérea añadió que un bombardero B-52 asignado a la Base Aérea de Minot había sobrevolado la Feria Estatal de Dakota del Norte justamente la noche de los hechos.
El incidente de cuasi colisión sucede apenas medio año después de un accidente fatal en el sector de la aviación estadounidense. En aquel suceso, un helicóptero militar impactó con un avión de pasajeros cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, en Virginia, generando la muerte de 67 personas.
Un video compartido en las redes sociales proporciona más contexto sobre lo ocurrido en el vuelo de SkyWest. En las imágenes, el piloto dirigido a los pasajeros explica lo que él llama una “maniobra agresiva”, disculpándose por la experiencia e indicando que le sorprendió la situación. “Esto no es nada normal. No sé por qué no nos avisaron”, relató.
El piloto detalló que, obedeciendo indicaciones de la torre de control de tráfico aéreo, giró a la derecha y, al mirar hacia arriba, visualizó el B-52. Recibió entonces la orden de girar a la izquierda, pero nuevamente divisó el avión militar acercándose. Ante la inminencia del peligro, optó por calcular una maniobra evasiva eligiendo girar detrás del bombardero.
La aeronave militar se movía más rápido que el avión comercial, relató el piloto en el video, lo que le obligó a tomar una decisión instantánea para evitar el choque.
“Disculpen la maniobra agresiva. Me tomó por sorpresa”, añadió. Finalmente, concluyó: “En resumen, no fue divertido, pero les pido disculpas y gracias por su comprensión.” Como se observa en el video, los pasajeros aplaudieron tras sus palabras.
Entre los testimonios de los viajeros, Monica Green, quien grabó la escena, compartió su inquietud sobre lo cerca que estuvieron del desastre.
Describió que la aeronave dio un giro brusco y “luego recuerdo que el avión se desvió, como de lado y que solo miraba por la ventana y veía hierba, como si ya no se viera el horizonte”. Green indicó sentir ansiedad ante la idea de tener que volver a volar desde Minot.

El mismo piloto, al conversar con los pasajeros, explicó una situación que aporta claridad sobre las causas posibles del incidente. Según sus palabras, la torre de control en Minot no dispone de sistema de radar, lo que obliga a que los controladores dependan únicamente de su visión directa para regular el tráfico aéreo.
Señaló que la base aérea militar ubicada cerca sí posee radar y expresó su extrañeza por la ausencia de advertencias sobre la presencia del bombardero, algo que hizo que se cuestionara por qué nadie dijo: “Oye, también hay un B-52 en el patrón”.
En diálogo con NBC News, Jeff Guzzetti, analista de aviación, aportó contexto al problema de infraestructura y procedimientos, afirmando “Hay muchos aeropuertos pequeños en todo el país con servicio comercial que no tienen radar. En cambio, tendrán algún tipo de comunicación coordinada con otra instalación de radar a varios kilómetros de distancia, quizás con una base militar”.
Explicó que, dado el tamaño del aeropuerto de Minot, el gobierno federal permite su operación como una “torre de contratista”. Esto implica que los controladores no son empleados federales, sino contratistas contratados por la FAA (Administración Federal de Aviación) y, en muchos casos, controladores jubilados.