El secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, declaró este lunes ante la conferencia general anual del organismo de control nuclear de la ONU que el programa de enriquecimiento de uranio de Irán debe ser “completamente desmantelado”.
En junio, Estados Unidos e Israel bombardearon las instalaciones nucleares iraníes, alegando que Teherán estaba peligrosamente cerca de alcanzar la capacidad para producir un arma nuclear. Sin embargo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encargado de inspeccionar dichas plantas, afirmó que no tenía pruebas creíbles de la existencia de un programa coordinado de armas atómicas.
Pese a ello, el OIEA expresó su preocupación por el hecho de que Irán haya acumulado alrededor de 440,9 kilos (972 libras) de uranio enriquecido al 60% de pureza, muy próximo al 90% requerido para uso armamentístico. Según los parámetros del organismo, ese material sería suficiente, tras un mayor enriquecimiento, para fabricar hasta diez bombas nucleares.
Las plantas iraníes resultaron gravemente dañadas o destruidas en los ataques, aunque aún no está claro qué ocurrió con las reservas de uranio ya enriquecido. Desde entonces, el OIEA no ha podido realizar inspecciones de verificación.

“Si no estaba ya lo suficientemente claro, reitero la posición de Estados Unidos respecto a Irán”, insistió Wright ante los Estados miembros del organismo. “La vía nuclear armamentista de Irán, incluidas todas las capacidades de enriquecimiento (de uranio) y reprocesamiento (de plutonio), debe ser completamente desmantelada.”
En una conferencia de prensa posterior, Wright expresó su esperanza en que los diálogos con Irán se reanuden y prosperen: “Esperamos que los diálogos se reinicien y que tengan éxito. Creo que hay una posibilidad razonable de que así sea.”
Al ser consultado sobre qué ofrece Estados Unidos a Irán, respondió: “Reintegrarse a la comunidad de naciones comerciales, eliminación de sanciones. Sería un gran triunfo para el pueblo iraní, y hemos hablado de otras cosas también, así que hay bastantes incentivos para que Irán abandone su programa de armas nucleares.”
El Reino Unido, Francia y Alemania —conocidos como el E3— iniciaron un proceso de un mes para restablecer las sanciones contra Irán que habían sido levantadas en el marco del acuerdo nuclear de 2015. Dicho pacto colapsó en 2018, tras la retirada unilateral de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.
El E3 ha señalado que podría suspender el proceso si Irán permite al OIEA reanudar plenamente las inspecciones, ofrece explicaciones sobre el paradero de su uranio enriquecido y acepta sostener conversaciones nucleares directas con Washington.
La semana pasada, Teherán alcanzó un acuerdo preliminar con el OIEA para facilitar el regreso de las inspecciones, aunque no está claro si este avance será suficiente para satisfacer a los europeos.
Irán sostiene que tiene derecho, como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), a enriquecer uranio siempre que el uso sea exclusivamente pacífico. Rechaza estar buscando desarrollar armas nucleares. Israel, en contraste, no forma parte del TNP y se cree ampliamente que es el único país de Oriente Medio con un arsenal atómico, aunque mantiene una política de silencio sobre el tema.
(Con información de Reuters)