Estados Unidos gestiona una reunión en Alaska entre Putin y Zelensky para mediar en la guerra de Ucrania

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Estados Unidos gestiona una reuniónEstados Unidos gestiona una reunión en Alaska entre Putin y Zelensky para mediar en la guerra de Ucrania

Estados Unidos está trabajando para organizar un encuentro entre el presidente Donald Trump, el mandatario ruso Vladímir Putin y el presidente ucraniano Volodímir Zelensky con el objetivo de discutir un posible acuerdo de paz que ponga fin a la guerra en Ucrania, confirmó este domingo el vicepresidente estadounidense, JD Vance.

En una entrevista con el programa Sunday Morning Futures de Fox News, Vance explicó que uno de los mayores obstáculos para estas conversaciones era la negativa de Putin a sentarse con Zelensky. “El presidente ha conseguido que eso cambie”, afirmó. “Estamos tratando de resolver cuestiones de programación sobre cuándo estos tres líderes podrían sentarse a discutir el fin de este conflicto”.

La declaración se produce pocos días antes de la cumbre entre Trump y Putin prevista para el 15 de agosto en Alaska, la primera reunión entre un presidente estadounidense y el líder ruso desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. Inicialmente concebida como un encuentro bilateral, la cita ha generado un intenso debate entre aliados de Washington y Kiev, que insisten en que Ucrania debe participar directamente.

Vance subrayó que el objetivo de la administración Trump es “encontrar algún arreglo negociado con el que tanto los ucranianos como los rusos puedan vivir”. Reconoció que el acuerdo “no va a hacer a nadie superfeliz” y que “probablemente tanto a los rusos como a los ucranianos al final no les va a gustar”, pero sostuvo que es necesario para poner fin a la violencia.

El embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker, señaló en una entrevista con CNN que Zelensky “podría” asistir a la cumbre, aunque precisó que la invitación depende directamente de Trump y que “ninguna decisión se ha tomado” todavía.

La organización de la reunión en Alaska se concretó tras la visita del enviado de la Casa Blanca para misiones de paz, Steve Witkoff, a Moscú el jueves pasado, un día antes de que venciera el ultimátum de Trump para que Rusia adoptara medidas hacia el fin del conflicto, bajo la amenaza de nuevas sanciones.

Las especulaciones sobre un posible intercambio o cesión territorial como parte del acuerdo generaron críticas entre los aliados europeos de Ucrania. En respuesta, Whitaker aseguró que “no habrá cesiones de grandes pedazos o secciones” de territorio “que no se hayan peleado o ganado en el campo de batalla”.

Zelensky, por su parte, advirtió el sábado que cualquier decisión tomada sin la participación de Ucrania es “contraria a la paz” y “nace muerta”. Su postura coincide con la de varios líderes europeos. Los jefes de gobierno de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Finlandia, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, emitieron un comunicado conjunto en el que recalcaron que “el camino a la paz en Ucrania no puede ser decidido sin Ucrania”.

La reunión prevista en Alaska se perfila como un momento clave en los intentos diplomáticos para poner fin a un conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos, millones de desplazados y ha alterado el equilibrio de seguridad en Europa. Sin embargo, el alto nivel de desconfianza entre las partes y las diferencias sobre el futuro territorial del país hacen que cualquier avance esté rodeado de incertidumbre.

Mientras continúan las gestiones para la cumbre, persiste la presión internacional para que se garantice la representación ucraniana en la mesa de negociación y para que cualquier acuerdo respete la integridad territorial de Ucrania reconocida por la comunidad internacional.

(Con información de AFP y EFE)

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