
Rigsby, un perro anciano de 10 años, se hizo conocido recientemente en redes sociales luego de ser encontrado abandonado en un parque del condado de Montgomery, en Estados Unidos.
Dicha escena despertó preocupación entre vecinos y usuarios de redes sociales, quienes rápidamente se organizaron para brindarle ayuda. Días después, salió a la luz un detalle que hizo aún más conmovedora su historia: seis años antes, el sabueso había sido adoptado de un refugio por la misma familia que ahora lo había dejado atrás.
Al llegar al parque, el equipo del albergue inicialmente pensó que el sabueso se había perdido, ya que no es común ver perros con collar vagando sin supervisión. Sin embargo, al contactar a la familia que lo había adoptado tiempo atrás, la situación se aclaró rápidamente. Según un informe que luego difundió el sitio The Dodo Daily, la respuesta fue contundente: no deseaban hacerse cargo de él nuevamente.
La historia cobró visibilidad cuando el refugio de animales, MCAS compartió el caso en su cuenta de Instagram. A través de una publicación acompañada de imágenes del can, se hizo público que Rigsby había sido abandonado intencionalmente.
Madeleine, voluntaria del refugio, se encargó de esta situación y en su cuenta personal escribió: “Llamamos a sus dueños y no lo quieren de vuelta. Es un perro muy dulce y debe estar confundido sobre por qué regresó al refugio del que fue adoptado en 2019”.

El personal del centro de rescate notó que, a pesar de haber sido abandonado, Rigsby mantenía un carácter apacible. Según informaron desde MCAS, el perro conservaba buenos modales, hacía sus necesidades fuera de la perrera y mostraba una actitud tranquila. Incluso llegó a compartir espacio con otro perro de edad similar, con quien generó un lazo en poco tiempo.
En su collar, además de su nombre, tenía grabada la palabra “cariñoso”, algo que sus cuidadores señalaron como una descripción acertada.
Las imágenes difundidas por Madeleine mostraban al peludo de cuatro patas con signos evidentes del paso del tiempo: un pelaje oscuro salpicado de canas, y una expresión que, pese a todo, transmitía serenidad. En sus publicaciones, la voluntaria añadió: “Es un tipo tan fácil. Lo siento mucho por él y espero que esta vez tenga una segunda oportunidad de verdad”. Y esa segunda oportunidad llegó.

La historia del perro llegó a Los Defensores de las Mascotas Olvidadas (FPA, por sus siglas en inglés), una organización que colabora con el rescate y adopción de animales en situación vulnerable. Fue allí donde Linda, una mujer que ya convivía con un perro llamado Bentley, se interesó por el labrador de 10 años. Tras ver su historia en redes, no dudó en ponerse en contacto con la asociación. “Vi a este chico aparecer en las publicaciones y fue un momento ideal. Supe que era el indicado”, comentó.
Desde FPA relataron que la adaptación fue inmediata. Rigsby se acomodó sin dificultad a su nuevo entorno, y el vínculo con su nuevo hermano canino fue casi instantáneo.
“¡Rigsby se adaptó a la perfección y Bentley está tan feliz de tenerlo con nosotros! Duermen uno al lado del otro, ¡y Rigsby solo quiere estar cerca de su hermano y de su mamá!”, compartió la organización en una actualización.