
Una columna de polvo sahariano se desplaza hacia Florida, lo que ha llevado a las autoridades a recomendar a los residentes más sensibles a la calidad del aire que limiten sus actividades al aire libre o permanezcan en sus hogares.
Según informó Newsweek, este fenómeno natural, que recorre miles de kilómetros desde el desierto del Sahara en África hasta América, puede tener efectos significativos en la salud pública y en las condiciones meteorológicas de la región.
El polvo sahariano, transportado por fuertes vientos a través del océano Atlántico, alcanza su punto máximo entre junio y mediados de agosto.

Durante este periodo, las partículas suspendidas en el aire pueden provocar problemas respiratorios, irritación ocular y molestias en la garganta, especialmente en personas con asma, enfermedades respiratorias crónicas o alergias.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) han advertido que los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con afecciones cardíacas o pulmonares, enfrentan mayores riesgos ante la exposición prolongada.
Según explicó David Roth, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del NWS, la presencia de estas partículas puede dificultar la formación de lluvias y tormentas eléctricas, lo que a su vez reduce la probabilidad de desarrollo de huracanes.
Este fenómeno, conocido como Capa de Aire Sahariana (SAL), contiene aproximadamente un 50% menos de humedad que la atmósfera típica, lo que limita la formación de nubes y disminuye la actividad tropical. Sin embargo, si una tormenta logra atravesar esta capa, podría intensificarse significativamente.

Según Roth, las partículas en el aire pueden hacer que el cielo adquiera un tono más blanco y aumentar la sensación térmica, especialmente cuando las temperaturas superan los 27 °C.
Por otro lado, el profesor Wokil Bam, de la Universidad del Sur de Misisipi, destacó en redes sociales que este fenómeno genera cielos brumosos y atardeceres coloridos, con tonos rosados y rojos. Sin embargo, cuando las concentraciones de polvo son más densas, la luz solar puede bloquearse parcialmente, resultando en cielos más turbios.
Las recomendaciones para mitigar los efectos del polvo incluyen mantener ventanas y puertas cerradas, utilizar purificadores de aire con filtros HEPA y usar mascarillas, preferiblemente quirúrgicas o contra el polvo, al salir al exterior. Estas medidas son especialmente importantes en el Caribe, donde la nube de polvo suele ser más intensa y las autoridades sanitarias han instado a la población a limitar el tiempo al aire libre durante las horas de mayor concentración.
El polvo sahariano, que recorre más de 8.000 kilómetros desde África hasta América, es impulsado por tormentas eléctricas en el norte de África y transportado por los vientos alisios. Este fenómeno ocurre regularmente durante la temporada de huracanes, que comienza el 1 de junio, y aunque puede degradar la calidad del aire, también actúa como un factor de control natural al suprimir la formación de tormentas tropicales.
A pesar de los inconvenientes asociados, el polvo sahariano también tiene beneficios. Además de reducir la actividad ciclónica, su interacción con la luz solar crea espectáculos visuales únicos en el cielo. Sin embargo, las autoridades han advertido que las condiciones actuales podrían persistir durante varios días, por lo que se recomienda a las personas sensibles a la calidad del aire que sigan los pronósticos y tomen precauciones adicionales mientras el polvo permanezca en la región.