Fiscalía pidió dos años y medio de cárcel para el central del Real Madrid Raúl Asencio

La Fiscalía de España ha pedido dos años y medio de prisión para el futbolista del Real Madrid Raúl Asencio por presuntamente compartir sin consentimiento un video sexual en el que aparecían una menor y una joven.

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Según ha adelantado la ‘Cadena SER’, el ministerio fiscal ha presentado un escrito de acusación en la causa abierta en Canarias por el llamado caso de los canteranos del conjunto madridista.

Concretamente, solicita dos años y medio de cárcel para el central canario y cuatro años y siete meses para sus otros tres excompañeros.

En el caso de Asencio, se le achacan dos delitos contra la intimidad de las dos chicas que participaron en el encuentro sexual consentido y a los otros futbolistas les añade, además, el delito de distribución de pornografía infantil al ser una de las chicas menor de edad.

Sin acuerdo con las víctimas

La defensa de Asencio trató de llegar un acuerdo con las víctimas −su defensa pide cuatro años de prisión para Raúl− hace poco más de una semana para reducir su participación a un delito leve.

Y así, evitar cualquier opción de prisión, reduciendo todo a una indemnización económica cuya cifra quedaría por dilucidar. Pero el Ministerio Público ha rechazado excluir a Asencio del procedimiento.

Todo quedó pendiente del escrito de la Fiscalía; uno que ya es realidad. El entorno de Asencio transmite tranquilidad, en estos momentos.

Presuntos hechos

Todo se remonta al 15 de junio de 2023. Los cuatro implicados se encontraban en el Amadores Beach Club (Las Palmas); descansando, de vacaciones. Aquella tarde, comienzan a interactuar con tres chicas, algo que evoluciona hacia un acto sexual consentido.

Andrés García, Ferrán Ruiz y Juan Rodríguez se introducen en una cabaña para mantener relaciones sexuales con dos de las jóvenes. Estas son absolutamente consentidas.

Lo que sucede dentro de la cabaña es lo que desencadena todo. Presuntamente, los tres jóvenes comenzaron a grabar las relaciones sexuales sin el consentimiento de las jóvenes. Estas manifestaron ver un móvil pasándose de mano a mano, pero no llegaron a actuar en el momento. Fue una vez que terminaron las relaciones cuando pidieron a los futbolistas que, si habían grabado algo, lo borrasen. Las víctimas aseguran que estos les garantizaron su borrado, llegando incluso a enseñarles la galería del móvil.

Pero los vídeos quedaron almacenados en algún lado. Y escaparon del control de las víctimas. Los futbolistas, a partir de ahí, comenzaron a difundirlos sin el consentimiento de las chicas.

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