
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó este jueves 22 de mayo la HB 209, una ley que prohíbe la construcción de campos de golf, lodges estilo resort y otras instalaciones deportivas en los parques estatales de Florida.
La medida responde al rechazo ciudadano desatado en 2023 tras el anuncio del controvertido programa “Great Outdoors Initiative”, impulsado por el Departamento de Protección Ambiental (DEP).
La polémica estalló cuando el DEP publicó detalles preliminares del proyecto, que incluía el desarrollo de nueve parques con infraestructuras turísticas y deportivas.
La propuesta más criticada fue la construcción de tres campos de golf en Jonathan Dickinson State Park, ubicado en el condado de Martin, distrito del senador Gayle Harrell y del representante John Snyder, ambos republicanos y principales promotores del nuevo texto legal.
También generaron oposición pública los planes de levantar alojamientos de hasta 350 habitaciones en Anastasia State Park (condado de St. Johns) y en Topsail Hill Preserve State Park (condado de Walton).

Ante la presión de organizaciones ambientales y residentes, la administración de DeSantis suspendió el programa y respaldó la nueva legislación que lo bloquea formalmente.
La HB 209, también conocida como “State Park Preservation Act” (Ley de Conservación de Parques Estatales), fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras legislativas y entrará en vigor el 1 de julio. La normativa impide a las autoridades estatales construir:
- Campos de golf
- Canchas de pickleball y tenis
- Instalaciones deportivas como estadios o campos de béisbol
- Hoteles y grandes lodges turísticos
En lugar de promover estos desarrollos, el texto obliga al Estado a priorizar los usos recreativos basados en la conservación ambiental, tales como el campismo, senderismo, pesca, ciclismo, observación de aves y estudios de naturaleza.
El único tipo de construcción permitido en adelante será el de cabañas pequeñas con capacidad para seis personas, siempre y cuando se mantenga la armonía con el entorno natural del parque.

Además de las restricciones al desarrollo, la ley exige al Departamento de Protección Ambiental que presente un informe detallado antes del 1 de diciembre.
Este documento deberá incluir: un inventario de servicios e instalaciones que necesitan reparación o modernización, gastos actuales en los parques y planes específicos para cubrir deficiencias detectadas
Este componente busca asegurar que los recursos asignados a los parques estatales se dirijan a su mantenimiento y mejora, sin comprometer su valor ecológico.
Aunque el gobernador DeSantis se distanció públicamente del “Great Outdoors Initiative” tras la ola de críticas, la iniciativa original fue impulsada desde su administración, lo que generó cuestionamientos sobre la coherencia entre los planes propuestos y la política de conservación ambiental del estado.

Durante una sesión legislativa, el senador Carlos Guillermo Smith, demócrata de Orlando, afirmó: “Creo que todos nos sentimos consternados el verano pasado cuando de repente surgieron planes para pavimentar nuestros parques con canchas de pickleball, campos de golf y hoteles. Como bien señala Harrell, ese no es el propósito de nuestros parques estatales”.
La representante Peggy Gossett-Seidman, coautora de la ley, celebró su aprobación con un mensaje dirigido al futuro: “Le debemos a la próxima generación preservar aquello que atrajo a la gente a Florida en primer lugar”.
Con la firma de la HB 209, el estado de Florida se compromete legalmente a proteger sus áreas naturales de iniciativas comerciales que pongan en riesgo su biodiversidad y atractivo natural.
La legislación también podría servir como modelo para otros estados que enfrentan presiones similares entre intereses turísticos y protección ambiental.