Gol, victoria y homenaje a Cristiano Ronaldo: la jornada inolvidable de una ex figura de Racing en la Premier League

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Siuuuu. Aquel grito que tantas veces se escuchó en Old Trafford, cuando Cristiano Ronaldo desplegaba su talento defendiendo la camiseta del Manchester United, volvió a repetirse en otro escenario y con otro intérprete.

Es que en el coqueto St. James’ Park, Carlos Alcaraz fue el encargado de sellar la victoria por la mínima diferencia del Everton sobre el Newcastle y el delantero argentino surgido de Racing celebró su conquista del mismo modo que lo hacía CR7.

El salto en el cielo británico y el cabezazo letal que dejó sin posibilidades a Nick Pope fue el cierre de su obra, tras el preciso centro que había enviado el ucraniano Vitali Mykolenko.

Ya había avisado el equipo de David Moyes que sus ambiciones eran ostentosas. El gol de Charly Alcaraz representó el décimo remate sobre el arco local, pero recién a los 19 minutos del segundo tiempo logró quebrar el cerrojo defensivo del dueño de casa.

Fue un cabezazo perfecto e imparable que puso al Newcastle al borde de quedarse afuera de la Champions League, a la que se clasificó por méritos ajenos, gracias al triunfo del Manchester United sobre el Aston Villa. Otra vez, el espíritu del legendario goleador lusitano tomaba referencias en la novela británica.

A nadie le extrañó que en St. James’ Park el marcador arrojara el 1 a 0 a favor de la visita. Algún fanático se llevó las manos a la cabeza, otro hablaba con su compañero de grada para compartir una situación que pareció hasta lógica, mientras Eddie Howe se movía de un lado a otro, conversaba con sus ayudantes y rebuscaba una solución rápida para alterar una derrota que representaba un fracaso. En esos instantes, no se lograba el objetivo de acceder a la codiciada competición continental. Pero los goles del United revivieron a las Urracas.

Lo necesitaba el Newcastle. No puede ser de otra manera en un proyecto millonario, hecho para jugar la máxima competición del Viejo Continente, pero sobre todo en una última fecha que lo proponía delante de casi todos sus competidores directos, con la certeza de que una victoria era irrebatible para su clasificación para la Champions, encima en su abarrotado estadio y contra un adversario que no se jugaba absolutamente nada de nada.

El Everton compitió, lo superó y lo ganó, con toda la justicia del mundo, más allá de las indispensables intervenciones de Jordan Pickford, quien, en cualquier caso, fueron menos decisivas de las que hizo Nick Pope, uno de los jugadores más destacados de la jornada.

Liberado de objetivos y de presión, el Everton situó a su adversario al límite, con contragolpes claros y estudiados, con unas cuantas ocasiones tanto en el primer tiempo como en el complemento que transformaron en figura al arquero local, con una serie de maniobras magníficas para sostener la ilusión. Sobre todo en otro cabezazo de Charly Alcaraz cuyo origen fue similar al del gol. Naturalmente, las Urracas tuvieron que celebrar los gritos de Amad Diallo y Christian Eriksen frente al Aston Villa del Dibu Martínez en el Teatro de los Sueños. En el fútbol, como en la vida, los que se lamentaron fueron los Villanos.

Formaciones

Newcastle: Pope; Schar, Botman (Trippier, m. 63(, Burn; Jacob Murphy, Bruno Guimaraes, Tonali, Livramento; Barnes (Osula, m. 88), Isak, Gordón (Willock, m. 46).

Everton: Pickford; Ashley Young, Keane, O’Brien, Mykolenko; Garner, Gueye; Harrison, Alcaraz (Doucoure, m. 76), Ndiaye (McNeill, m. 76); Beto (Calvert-Lewin, m. 88).

Árbitro: Tony Harrington.

Estadio: St. James’ Park (acudieron 52.000 espectadores)

Posiciones

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