
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes que el mandatario chino Xi Jinping aceptó reiniciar el suministro de minerales de tierras raras e imanes a Estados Unidos.
Al ser consultado directamente por un periodista a bordo del Air Force One sobre si Xi había accedido a hacerlo, Trump respondió: “Sí, lo hizo”. Y añadió: “Estamos muy avanzados en el acuerdo con China”.
Esta declaración del líder estadounidense se produce en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambas naciones, que han afectado la estabilidad económica mundial.
Trump también informó este viernes que la próxima reunión de alto nivel entre Washington y Beijing tendría lugar el 9 de junio en Londres, donde tres destacados miembros de su gabinete participarán en discusiones con representantes chinos para abordar un pacto comercial.
En su publicación en la plataforma Truth Social, Trump detalló que el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial de Estados Unidos, el embajador Jamieson Greer, encabezarán la delegación estadounidense en la reunión. Trump expresó su optimismo respecto al desarrollo y resultados de este encuentro, programado tras una llamada telefónica inusual entre él y Xi, que tuvo lugar el jueves.

El contexto de estas conversaciones bilaterales gira en torno a disputas sobre minerales críticos, esenciales para diversas industrias, desde la automotriz hasta la tecnología y el sector militar. Estas tensiones habían llevado a China a suspender las exportaciones de algunos de estos minerales en abril, afectando negativamente el suministro global.
El conflicto sobre tierras raras se vio intensificado por preocupaciones más amplias que permanecen sin resolverse, tales como el tráfico de fentanilo, las diferencias en el enfoque económico y el estatus de Taiwán, factores que contribuyen a la complejidad y fragilidad de la relación bilateral entre Estados Unidos y China.
En un esfuerzo por mitigar el conflicto, tanto Trump como Xi enfatizaron su voluntad de continuar las conversaciones para resolver las disparidades comerciales. En redes sociales, Trump manifestó que no debería haber confusión en cuanto a la importancia de los productos de tierras raras. Ambas partes incluso intercambiaron invitaciones para visitas futuras a sus países en un gesto diplomático que podría aliviar las tensiones.
Sin embargo, las medidas comerciales impuestas previamente, incluyendo aranceles significativos sobre productos chinos y propuestas de restricciones al software y otras tecnologías, siguen en pie. Trump ha demostrado un enfoque variable y a menudo impredecible en su estrategia comercial, a veces retirando o modificando sanciones en el último momento, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre líderes empresariales y económicos a nivel global.

China, por su parte, ha rechazado acusaciones de incumplimiento de tratados por parte de Estados Unidos y ha advertido sobre la posibilidad de aplicar contramedidas si la situación no mejora. La relación entre ambas potencias es de crucial importancia para el equilibrio geopolítico y comercial, dado que China es vista por Estados Unidos como su competidor más destacado en esfera económica y militar.
La comunidad internacional, incluyendo a inversores y grandes empresas, observa de cerca estos eventos, conscientes del impacto potencialmente significativo que una escalada en el conflicto comercial podría tener sobre las cadenas de suministro y el mercado global. Además, la aplicabilidad y continuidad de los aranceles estadounidenses están siendo litigadas en los tribunales, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación.
(Con información de AFP y Reuters)