La situación de Jon Luke Evans, un oficial de reserva del Departamento de Policía de Old Orchard Beach, ha generado inquietudes sobre los procedimientos de verificación federal para el empleo en cuerpos de seguridad, incluso después de que los organismos federales validaran su autorización laboral.
La policía local solo recibió conocimiento oficial de su detención tras la notificación por parte de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), aclarando que Evans fue aprehendido bajo sospecha de permanecer en el país con una visa caducada.
El comunicado emitido por la jefa de policía, Elise Chard, detalló que Evans fue incorporado como oficial de reserva tras cumplir rigurosamente con todos los requisitos legales, incluyendo la presentación del formulario federal I-9 y la revisión por el sistema E-Verify del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“El ayuntamiento revisó múltiples formas de identificación, incluyendo identificación con fotografía, y presentó el formulario I-9 de Evans al Programa E-Verify del DHS. El DHS entonces verificó que Evans estaba autorizado para trabajar en EEUU. El formulario fue presentado y aprobado por el DHS el 12 de mayo de 2025”, señaló Chard en la declaración difundida en redes sociales.
La funcionaria informó que el permiso de empleo de Evans, el documento I-766, tenía fecha de vencimiento en marzo de 2030.
El estado de Maine figura entre los cerca de doce estados que permiten que residentes no ciudadanos laboren dentro de la fuerza policial, siempre que cuenten con autorización legal para trabajar.
Chard agregó: “En Old Orchard Beach, los oficiales de reserva son empleados a tiempo parcial y por temporadas que deben superar los mismos exámenes de antecedentes, pruebas de aptitud física y evaluaciones médicas que los policías de tiempo completo”.
De acuerdo con la jefa policial, las responsabilidades asignadas comúnmente a los oficiales de reserva involucran patrullas a pie o en bicicleta en la playa y tareas de vinculación comunitaria.
Además, aunque reciben entrenamiento en el uso de armas de fuego y se les provee una, tienen la obligación de entregarla a la dependencia al finalizar su turno y no pueden portar ni adquirir armas adicionales para el desempeño de sus labores.
“Evans superó todos los exámenes físicos y médicos, pasó la verificación de antecedentes, recibió la aprobación de Seguridad Nacional para trabajar en los Estados Unidos y completó el curso estándar de capacitación antes de ser asignado a sus tareas”, manifestó la responsable policial.

El empleo de los agentes de reserva incluye un prolongado periodo de prueba, cuyo estatus para Evans está actualmente bajo revisión a raíz de estos hechos. La jefa Chard aseguró que se iniciará una revisión interna exhaustiva para aclarar los hechos y las circunstancias.
Newsweek reportó que oficiales del ICE arrestaron a Evans después de que presuntamente intentara comprar un arma de fuego de manera ilegal. Según funcionarios de la agencia federal, el migrante admitió haber intentado la transacción con el fin de utilizar el dispositivo como agente de policía.
Este intento de compra activó una alerta para los agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Patricia H. Hyde, directora interina de la Oficina de Campo de ICE ERO Boston explicó que Evans infringió la ley de inmigración estadounidense y, además, trató de comprar el arma de fuego ilegalmente. “Sorprendentemente, Evans trabaja como agente del orden público local”, añadió.
“El hecho de que un departamento de policía contratara a un inmigrante indocumentado y le entregara ilegalmente un arma de fuego mientras estaba de servicio sería cómico si no fuera tan trágico. Tenemos un departamento de policía que, a sabiendas, infringió la misma ley que debe hacer cumplir para emplear a un inmigrante indocumentado”, subrayó Hyde.