
Las altas temperaturas, la humedad muy baja y los vientos racheados han creado un escenario propicio para incendios forestales en la región del Gran Cañón, según informaron las autoridades.
La vegetación extremadamente seca ha intensificado el riesgo, lo que ha llevado a la rápida expansión del incendio White Sage, que en apenas 24 horas pasó de 400 hectáreas a casi 8.000 hectáreas.
El fuego, originado por un rayo el 9 de julio durante una tormenta eléctrica, permanece sin contener y ha obligado a evacuar a cientos de personas, además de provocar el cierre del Borde Norte del Parque Nacional del Gran Cañón.

De acuerdo con la información publicada por NBC News, el incendio White Sage, localizado cerca de Jacob Lake, Arizona, a unos 1.045 kilómetros al suroeste de Denver, Colorado, comenzó a propagarse con fuerza la tarde del 10 de julio, impulsado por vientos erráticos de entre 24 y 32 km/h y condiciones de baja humedad.
Según la Oficina de Administración de Tierras, hasta el 11 de julio el incendio había consumido 8 000 hectáreas y avanzaba hacia Jacob Lake, situado a 24 kilómetros al sureste de Fredonia, Arizona. El sitio web gubernamental que monitorea los incendios forestales en Estados Unidos reportó que el White Sage se encontraba contenido en un 0%.

Debido a la magnitud del desastre las autoridades obligaron a evacuar a aproximadamente 500 visitantes del Borde Norte del Gran Cañón el 10 de julio, según el Servicio de Parques Nacionales.
Al día siguiente, las evacuaciones se ampliaron para abarcar una extensa zona al norte del parque, delimitada por la frontera con Utah al norte, el Parque Nacional del Gran Cañón al sur, House Rock Valley Road/Buffalo Ranch Road al este y el Bosque Nacional Kaibab al oeste, de acuerdo con información de Arizona Republic, parte de la red de USA Today.
La región fue declarada en estado de emergencia, lo que obligó a residentes y visitantes a abandonar el área de inmediato.
El Servicio de Parques Nacionales del Gran Cañón confirmó que “todos los visitantes han abandonado el área y los empleados del parque y los residentes permanecen resguardados en sus hogares”.
Además, la institución recomendó evitar las caminatas en el parque mientras persistan los incendios, debido al impacto en la calidad del aire. El humo es visible incluso desde el Borde Sur, y se instó a los visitantes a monitorear las condiciones atmosféricas.

De acuerdo con la información publicada por el medio USA Today, el incendio White Sage no es el único que afecta la zona. El incendio Dragon Bravo, también iniciado por un rayo el 4 de julio, ha quemado 600 hectáreas en el Borde Norte del Gran Cañón y tampoco ha sido contenido. Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para los residentes cercanos a este foco.
El Servicio de Parques Nacionales anunció que “el Borde Norte permanecerá cerrado al uso de todos los visitantes hasta nuevo aviso para apoyar las operaciones de extinción de incendios y garantizar la seguridad pública ante este incendio y el cercano incendio de White Sage”.
En el estado vecino de Colorado, otro incendio forestal obligó a evacuar tanto el Borde Norte como el Borde Sur del Parque Nacional Cañón Negro del Gunnison, que permanece cerrado al público.
Los meteorólogos de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Flagstaff advirtieron que el peligro de incendio persistirá mientras continúen las condiciones cálidas y con brisa local.