(Enviado especial a Anchorage, Alaska) Mañana a las 11.30, en la base militar de Elmendorf-Richardson, Donald Trump y Vladimir Putin se reunirán a puertas cerradas para negociar un armisticio entre Ucrania y Rusia.
El presidente de los Estados Unidos y el líder del Kremlin tienen posiciones adversas frente a un posible cese del fuego en Ucrania, que fue invadida por el Ejército Rojo en febrero de 2022.
Trump con el apoyo de Volodimir Zelenski y los principales mandatarios europeos, no cree que Ucrania deba ceder la soberanía en cinco regiones claves de su territorio para obtener la paz.
Putin, en cambio, exige la anexión formal de Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y la península de Crimea para acordar un armisticio con Ucrania.
Son posiciones de máxima para iniciar una negociación que está abierta.

Durante la reunión virtual que Trump mantuvo con Emmanuel Macron -Francia-, Friedrich Merz -Alemania-, Georgia Meloni -.Italia- y Keir Starmer -Reino Unido- y Zelenski, los referentes europeos se mostraron flexibles al momento de considerar esa opción.
Europa nunca aceptará la exigencia territorial en bloque que plantea Putin, pero ahora están más predispuestos a encontrar un punto de contacto que permita terminar con la guerra en Ucrania. Inclusive, Zelenski.
A pocas horas de la cumbre, sus dos protagonistas ajustan su discurso en respuesta a sus propios intereses geopolíticos.
“Esta reunión sirve para preparar la segunda reunión (entre Putin y Zelenski), pero hay un 25 por ciento de posibilidad de que esta primera no sea una reunión exitosa”, dijo Trump para establecer que nada se podría acordar sin la participación del presidente de Ucrania.
“Estados Unidos está haciendo sinceros esfuerzos” para terminar la guerra, sostuvo Putin tras una reunión en el Kremlin. El líder ruso se muestra conciliador, mientras ordena avanzar sobre Ucrania.
En esta batalla por los espacios públicos, Trump y Putin tienen una coincidencia básica: intentan bajar las expectativas sobre los resultados efectivos que podrían anunciarse después del encuentro en la base Elmendorf-Richardson.
Trump y Putin aceptaron compartir una conferencia de prensa, tras la cumbre de Alaska. Y en Moscú y Washington aseguraron a Infobae que no está prevista la firma de ningún acuerdo diplomático entre Estados Unidos y Rusia.
Putin llegará a la base Elmendorf-Richardson junto a una delegación de funcionarios que ocupan posiciones claves en el Kremlin: Yuri Ushakov, asesor en política internacional; el canciller Serguéi Lavrov; el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; el titular de Finanzas, Antón Siluanov; y el enviado especial para cooperación económica con Estados Unidos, Kiril Dmítriev.
Aunque no hay confirmación oficial, en la Casa Blanca adelantaron a Infobae que Trump estará acompañado por Marco Rubio -secretario de Estado-, Scott Bessent -secretario del Tesoro-, Pete Hegseth -secretario de Defensa-, Steve Witkoff -enviado especial para Rusia- y probablemente JD. Vance, vicepresidente de los Estados Unidos.


Cuando termine la reunión a solas entre Trump y Putin, ingresaran las delegaciones de Estados Unidos y Rusia. Sería un desayuno de trabajo centrado en la situación de Ucrania, pero con posibilidades que se extienda a la situación en Medio Oriente, el control nuclear y el comercio internacional.
“La prioridad es Ucrania, en todas sus variables. Desde la paz definitiva hasta su reconstrucción después de la guerra”, adelantó a este medio un asesor de la Casa Blanca.
“Todo girará sobre Ucrania, pero el presidente Putin hará referencia específica a las sanciones que impuso Estados Unidos y Europa”, explicó un consejero ruso a Infobae.

La intención de Trump, si la cumbre funciona, es coordinar un encuentro entre Putin y Zelenski. A su vez, Putin tiene intención de continuar las negociaciones en territorio ruso, una propuesta que la Casa Blanca avalaría.
Mientras tanto, Zelenski, Macron, Starmer, Merz y Meloni -entre otros mandatarios europeos-, aguardan que Trump se comunique con ellos para saber cómo se desarrolló la cumbre y qué sigue hacia adelante.
Trump ya asumió que Europa será clave al momento de establecer una hoja de ruta que permita concluir la guerra en Ucrania, aunque Putin considera lo contrario.