El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este viernes el inicio de vuelos de deportación desde la denominada Alligator Alcatraz, una instalación de detención de inmigrantes ubicada en los Everglades y construida bajo supervisión estatal, según CBS News. DeSantis afirmó que “cientos” de personas retenidas en el centro ya pasaron por los procesos correspondientes y fueron trasladadas tanto a otros estados como enviados directamente a sus países de origen. Durante la comparecencia celebrada en el propio centro, el mandatario republicano explicó que la creación y habilitación del recinto tiene como objetivo facilitar una mayor frecuencia y volumen de deportaciones. El complejo dispone de una pista de aterrizaje para permitir la operación de aviones de deportación.
El sitio ha sido desarrollado y detenido bajo un acuerdo de cooperación entre las autoridades estatales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), aunque la supervisión efectiva de los procesos de deportación sigue en manos federales. En la rueda de prensa, CBS News señala que el funcionario de ICE en Florida, Garrett Ripa, confirmó la realización de “dos o tres” vuelos de deportación desde la instalación en Alligator Alcatraz. DeSantis anunció la intención de aumentar el número de vuelos, en línea con los recursos recientemente adjudicados por el Congreso para la aplicación de leyes de inmigración por parte de la administración del gobierno federal y afianzando la cooperación de Florida en el esfuerzo federal.
El gobernador detalló que se prevé una pronta aprobación por parte del Departamento de Justicia para que abogados de la Guardia Nacional de Florida, conocidos como jueces defensores, obtengan facultades equivalentes a las de jueces de inmigración federales y puedan dictaminar sobre los casos de los detenidos en el centro.

En la comparecencia, el director ejecutivo de la Junta de Cumplimiento de Inmigración de Florida, Larry Keefe, advirtió sobre un inminente aumento en las detenciones vinculadas a violaciones de normas migratorias, declarando que los organismos policiales estatales han duplicado su capacidad para identificar y arrestar a quienes se encuentren sin autorización en territorio estadounidense, según CBS News. Actualmente, Florida cuenta con 1.800 agentes de la policía estatal nombrados como agentes federales de inmigración, quienes encabezan operativos en todo el estado. Además, en los últimos días, el gobierno federal emitió “credenciales” a 1.200 agentes de sheriff y 650 agentes estatales para reforzar la campaña de deportaciones masivas desplegada en el estado.
La actuación conjunta se enmarca en la política de colaboración a través de los acuerdos denominados 287(g), que permite a las autoridades estatales y locales a implementar y hacer cumplir ciertas normativas migratorias federales, incluido el arresto y detención de quienes se encuentren en situación administrativa irregular. La legislación vigente en Florida exige la colaboración obligatoria de las fuerzas policiales estatales con las agencias de inmigración federales.

Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida, especificó que el centro Alligator Alcatraz tiene por ahora capacidad para albergar a 2.000 personas, aunque el plan de expansión contempla alcanzar un aforo de 4.000 detenidos. Guthrie defendió las condiciones en la infraestructura provisional, compuesta principalmente por instalaciones de campaña, y subrayó que el estado cuenta con protocolos definidos ante la amenaza de huracanes.
No obstante, CBS News Miami reportó denuncias de personas retenidas en el sitio, quienes revelaron condiciones insalubres, la presencia de comida con gusanos, restricciones para ducharse y la falta de acceso a asesoría jurídica. Consultado sobre los riesgos relacionados con la temporada de huracanes, DeSantis sostuvo que no existe en Florida ningún lugar totalmente exento de tormentas, aunque expresó que ya se dispone de planes de contingencia para dichas situaciones.

Durante su intervención, el gobernador hizo hincapié en el propósito de la instalación no solo como medida de contención, sino también como mecanismo para incrementar la eficiencia y el ritmo de las expulsiones. “Todo esto busca que sea un punto de salida para facilitar la frecuencia y el volumen de deportaciones de extranjeros ilegales”, manifestó DeSantis según CBS News.
El mandatario atribuyó a los fondos federales recientes el aumento de operativos y a la intensificación de recursos técnicos y humanos en el cumplimiento de las leyes migratorias. A su lado, el director ejecutivo de la Junta de Cumplimiento de Inmigración remarcó que las fuerzas locales seguirán recibiendo apoyo de los organismos federales, dentro del marco normativo del estado.

Las autoridades recalcaron que la vigilancia sobre Alligator Alcatraz y los procedimientos allí desarrollados siguen sujetas a la autoridad federal de ICE. Simultáneamente, la coordinación entre la División de Manejo de Emergencias y los cuerpos de seguridad permanece activa ante la inminencia de la temporada de huracanes, enfatizó Guthrie ante los medios presentes.
Las directrices estatales subrayan la obligación legal de cooperación y el compromiso por maximizar las capacidades del centro de los Everglades, mientras las denuncias sobre condiciones de detención persisten. Las próximas decisiones del Departamento de Justicia sobre la participación de los abogados militares en los procesos administrativos podrían suponer una aceleración adicional en el ritmo de resoluciones de deportación para quienes permanezcan en Alligator Alcatraz, de acuerdo con lo expuesto durante la comparecencia transmitida por CBS News.