
Las autoridades intensificaron la persecución de un exmilitar de 45 años, identificado como Michael Paul Brown, acusado de abrir fuego en el bar The Owl, en una pequeña comunidad de Anaconda, en el oeste de Montana.
Brown, residía justo al lado del lugar del incidente donde causó la muerte de un camarero y tres clientes.
El operativo de búsqueda, que involucra a agencias locales, estatales y federales, se ha concentrado en el área de Stumptown Road, tanto por tierra como por aire, y ha obligado a las autoridades a pedir a los habitantes que permanezcan en sus casas y extremen precauciones.

El viernes por la mañana, Brown ingresó al bar alrededor de las 10:30 horas (hora local) y disparó contra las personas presentes, según detalló Lee Johnson, administrador de la División de Investigación Criminal de Montana.
Tras el ataque, huyó en una camioneta blanca, que luego abandonó, lo que desencadenó un despliegue policial que incluyó el cierre temporal de la zona y la movilización de helicópteros y patrullas en los alrededores montañosos de Anaconda. El sábado, el confinamiento fue levantado, aunque la búsqueda continuó con intensidad, como confirmó Chase Scheuer, portavoz de la División.
La identidad de las víctimas, todas ellas residentes locales, aún no ha sido revelada, ya que las autoridades esperan notificar primero a sus familias. El jefe de policía de Anaconda-Deer Lodge, Bill Sather, permitió la reapertura de los negocios, pero insistió en la necesidad de actuar con cautela.
El impacto del suceso ha sido profundo en una localidad de apenas 9.000 habitantes, fundada por magnates del cobre a finales del siglo XIX y caracterizada por su cohesión social.
“Esta es una comunidad pequeña y unida que se ha visto perjudicada por las acciones atroces de un individuo que no representa lo que esta comunidad ni los habitantes de Montana defendemos”, afirmó Johnson, en declaraciones recogidas por The Associated Press.

Las autoridades difundieron una imagen de Brown descendiendo descalzo y sin camisa por una escalera de concreto, captada poco después del tiroteo, mostrando al sospechoso con pantalones cortos negros, mientras escapaba tras el ataque.
Según la teniente coronel Ruth Castro, portavoz del Ejército de los Estados Unidos, Brown sirvió como miembro de la tripulación de blindados entre 2001 y 2005, con un despliegue en Irak desde principios de 2004 hasta marzo de 2005. Posteriormente, integró la Guardia Nacional de Montana hasta marzo de 2009, alcanzando el rango de sargento.
La sobrina del sospechoso, Clare Boyle, relató a The Associated Press que su tío ha enfrentado problemas de salud mental durante años y que la familia buscó ayuda en repetidas ocasiones. En una publicación de Facebook citada por el medio, Boyle subrayó: “No se trata solo de un hombre borracho o drogado que se descontrola. Es un hombre enfermo que a veces no sabe quién es y, con frecuencia, tampoco sabe dónde ni cuándo está”.
El dueño del bar, David Gwerder, quien no se encontraba en el local durante el tiroteo, confirmó a The Associated Press que Brown conocía a todas las víctimas y que no existía ningún conflicto previo entre ellos. “No tuvo ninguna disputa con ninguno de ellos. Creo que simplemente perdió los estribos”, declaró Gwerder, reforzando la percepción de que el ataque no obedeció a una disputa personal, sino a un episodio de desestabilización mental.

Al conocerse los primeros reportes del tiroteo, los comercios cerraron sus puertas y los residentes se refugiaron en sus hogares. La propietaria del Firefly Café relató que decidió cerrar su negocio tras recibir la alerta de un amigo. Las autoridades, por su parte, han reiterado que Brown está armado y es extremadamente peligroso, y han solicitado a la población que informe de cualquier avistamiento llamando al 911.
El motivo detrás del ataque permanece sin esclarecer. Las autoridades han publicado descripciones contradictorias sobre la vestimenta de Brown: inicialmente se informó que llevaba una camisa teñida, jeans azules y un pañuelo naranja, pero la imagen difundida posteriormente lo muestra en ropa interior.
La camioneta blanca utilizada en la huida fue hallada vacía, y ni en ella ni en la vivienda de Brown se encontró rastro del sospechoso, lo que ha complicado la labor de los equipos de búsqueda, que han peinado la zona de Stumptown Road con apoyo aéreo y terrestre.
La investigación sigue abierta y las autoridades han prometido divulgar los nombres de las víctimas una vez que sus familias hayan sido notificadas.