
Irán anunció que establecerá un nuevo centro de enriquecimiento de uranio en respuesta a la decisión del organismo de control atómico de las Naciones Unidas de censurar a la República Islámica por su programa nuclear, lo que agrava una crisis que también ha involucrado a Estados Unidos e Israel.
La nueva planta se ubicará en un lugar seguro no especificado y vendrá acompañada de la sustitución de los dispositivos de enriquecimiento de la planta existente en Fordow por máquinas más modernas, según informó el jueves la Organización de Energía Atómica de Irán en un comunicado. Se anunciarán otras medidas más adelante, sin dar más detalles.
El consejo de gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica aprobó el jueves en Viena una resolución que considera que Irán incumple sus obligaciones internacionales, lo que podría dar lugar a una remisión al Consejo de Seguridad de la ONU para la renovación de las sanciones.
Antes de la votación, el embajador de Irán ante la ONU, Saeid Iravani, dijo que la respuesta de su país a la censura que desencadenó la renovación de las sanciones del Consejo de Seguridad podría incluir “iniciar el proceso de retirada del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares”, según la IRNA.
El fracaso de la diplomacia nuclear va acompañado de un aumento correspondiente de las tensiones regionales. Estados Unidos ordenó a parte del personal de su embajada en Bagdad que abandonara el país y autorizó a las familias de los militares a salir de la región, según informaron fuentes oficiales, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que cada vez tiene menos confianza en las perspectivas de alcanzar un acuerdo satisfactorio para imponer nuevas restricciones al programa nuclear iraní.
Irán advirtió de que podría atacar activos militares estadounidenses en Oriente Medio si fracasan las negociaciones y se produce un ataque contra la República Islámica. Los precios del petróleo registraron su mayor subida desde octubre debido al aumento de las tensiones, antes de reducir sus ganancias el jueves.

Las negociaciones entre Irán y la Administración Trump se han estancado en torno a si los ingenieros de Teherán conservarán o no su derecho a enriquecer uranio. Estados Unidos e Israel han insistido públicamente en que Irán no puede poseer esa tecnología clave, fundamental para producir el combustible necesario para reactores nucleares y bombas.
“Es probable que un acuerdo global dependa de que Estados Unidos permita a Irán conservar cierta capacidad de enriquecimiento nacional”, escribieron esta semana los analistas del Eurasia Group en una nota.
Irán ha ofrecido anteriormente poner fin a su aumento de uranio altamente enriquecido a cambio del levantamiento de las sanciones, tras producir un volumen récord durante el último trimestre. Ese material podría convertirse rápidamente en combustible para el equivalente a 10 bombas, si los dirigentes iraníes tomaran la decisión política de fabricar armas.
Aunque los funcionarios de Teherán han dado pocos detalles sobre su nueva instalación de enriquecimiento, analistas y diplomáticos han señalado anteriormente actividades de excavación y construcción cerca de su planta de enriquecimiento de Natanz, en el centro de Irán. Según Kamalvandi, se ha proporcionado al OIEA información sobre el diseño de la nueva instalación.
La votación del OIEA estuvo muy dividida, con 19 votos a favor, liderados por Estados Unidos y los países europeos, y tres en contra, entre ellos China y Rusia. Hubo 11 abstenciones.
La resolución, que afirma que el OIEA no puede determinar que el programa de Irán “sea exclusivamente pacífico”, concede a la República Islámica un plazo indeterminado para resolver las cuestiones con los inspectores, que están investigando la detección de partículas de uranio en varios lugares no declarados.
Si Irán no satisface a la agencia, la junta del OIEA podría convocar una reunión extraordinaria en julio para remitir el caso a Nueva York.
Los diplomáticos rusos, a quienes la Administración Trump ha pedido que faciliten una solución diplomática con Irán, advirtieron que aprobar la moción de censura del OIEA conlleva riesgos importantes.
“La adopción de la resolución presentada reducirá significativamente las posibilidades” de una solución diplomática, escribió el enviado de Moscú ante el OIEA, Mijaíl Uliánov, en un comunicado. Por el contrario, “tal escalada tendrá las consecuencias más negativas tanto para el OIEA como para todo el régimen de no proliferación”.