
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este lunes que aviones de combate llevaron a cabo un ataque aéreo en las cercanías de Teherán que resultó en la muerte de cuatro altos funcionarios de inteligencia de la República Islámica, en una de las operaciones más significativas desde que comenzó la escalada regional tras la guerra en Gaza.
Entre los muertos se encuentra Mohammad Khatami, jefe de la organización de inteligencia de la Guardia Revolucionaria, junto con su adjunto, Mohammad Hassan Mahkaghi, quien encabezaba el Departamento de Inteligencia Estratégica. También fueron abatidos Muhsin Baqri, responsable del área de inteligencia de la Fuerza Quds, y su segundo al mando, Abu al-Fachel Nikoui.
El ataque aéreo fue ejecutado con “precisas instrucciones de inteligencia”, según el comunicado israelí, y tenía como blanco un edificio donde se encontraban reunidos los cuatro altos mandos, responsables —según Israel— de planificar operaciones contra intereses israelíes, occidentales y de países aliados en la región.

La operación representa un golpe significativo a la estructura de inteligencia iraní. “Estos funcionarios eran clave en la formulación de evaluaciones estratégicas y en la planificación de atentados terroristas”, afirmaron las FDI.
Israel sostiene que los jefes abatidos estaban directamente involucrados en el respaldo a organizaciones consideradas terroristas, como Hezbollah, Hamas, los hutíes en Yemen y milicias proiraníes en Irak. En particular, Baqri y Nikoui habrían coordinado asistencia logística y de inteligencia para el llamado “eje de la resistencia” y trabajado activamente para consolidar la presencia iraní en Siria y reforzar a Hezbollah en Líbano.
Khatami, por su parte, era señalado por su rol interno en la vigilancia, represión y persecución de opositores al régimen, y se le atribuía la responsabilidad de organizar operaciones contra disidentes dentro del país, así como coordinar la inteligencia necesaria para ataques en el extranjero.

La eliminación de estos mandos, sumada a la muerte reciente del jefe del Departamento de Inteligencia del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, ocurrida el pasado viernes, representa un golpe significativo para la red de inteligencia y proyección de poder regional del régimen iraní.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también informaron de un ataque en aproximadamente 100 objetivos militares en el centro de Irán durante la noche, en lo que constituye una de las mayores ofensivas aéreas en lo que va del conflicto. La operación, llevada a cabo en oleadas sucesivas por unos 50 aviones de combate, tuvo como blanco principal la región de Isfahán, y tuvo como resultado la destrucción de más de 20 misiles tierra-tierra listos para ser lanzados contra territorio israelí.
Según el comunicado oficial del Ejército israelí, las aeronaves, guiadas por información precisa del Departamento de Inteligencia Militar, localizaron y destruyeron almacenes de misiles, cuarteles generales y lanzadores que formaban parte de la infraestructura ofensiva del régimen iraní. En total, se han destruido más de 120 lanzadores, lo que representa un tercio del arsenal balístico operativo de Irán, de acuerdo con la evaluación israelí.