
(Desde Washington, Estados Unidos) El premio Nobel de Economía, James Robinson, dictó el martes una cátedra sobre el uso moderno de la política en el foro de ideas que organiza el Banco Mundial para compartir conocimiento y prácticas destinadas a resolver los conflictos que todos los días enfrentan los países en desarrollo.
El Foro está respaldado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, la Universidad de Sciences Po de Francia, la Universidad de Stanford de Estados Unidos, la UNESCO e Infobae.
Los países en desarrollo enfrentan desafíos cada vez más complejos e interconectados: pobreza, desigualdad, crisis climática, conflictos, pandemias y fragilidad, y la financiación disponible no alcanza para desarrollar políticas públicas que permitan crear empleo, desarrollo social y económico y condiciones de vida dignas.
En este contexto, Robinson argumentó:
“La gente piensa en la política como algo que complica las cosas. Pero deberíamos pensar en la política de una manera más constructiva y productiva; puede ser un ‘lubricante’, una fuerza que permite y facilita el cambio”.
Al premio Nobel de Economía, que obtuvo junto a sus colegas Daron Acemoglu y Simon Johnson, lo escucharon representantes de 98 países con experiencia en tareas de gobierno, consultores, funcionarios de organismos multilaterales y comunicadores sociales.
Durante su exposición, Robinson dejó una sucesión de argumentos que aplicados podrían facilitar la resolución de crisis vinculadas a la pobreza, el crecimiento, el cambio climático y la creación de empleo:
- Abordó el desafío de los “rezagados”: grupos o individuos resistentes al cambio por apego al statu quo o miedo a la pérdida.
- Utilizó el ejemplo de los parlamentarios ingleses, donde cambiar las reglas políticas para permitir el acuerdo por mayoría (en lugar de unanimidad) condujo a importantes ganancias de productividad.
- Permitir que los rezagados se atribuyan el éxito de las reformas, reduciendo así la resistencia.
- Utilizar acciones simbólicas para señalar que el cambio está ocurriendo y para recoordinar expectativas.

Tras la participación de Robinson, el Banco Mundial desplegó una sucesión de debates vinculados al cambio de cultura en las administraciones públicas, la construcción de coaliciones para la reforma de subsidios energéticos, tecnologías emergentes para la participación ciudadana y la integridad de la información.
“La transparencia en las contrataciones públicas no se alcanza únicamente con leyes: requiere una alianza activa entre Estado y sociedad civil. Las normas, sin monitoreo conjunto, son insuficientes y dejan espacio a la opacidad", dijo Carlos Pimentel, Director General de Contrataciones Públicas en la República Dominicana.
Y completó Arturo Herrera, director del Banco Mundial: “Los gobiernos deben abordar las brechas que limitan el crecimiento y la creación de empleo en sus países, incluyendo reformas que atraigan la inversión privada y creen un entorno favorable para las empresas".

Antes de concluir la primera jornada del Foro organizado por el Banco Mundial, veintidós organizaciones presentaron sus experiencias de reforma a través de los Delivery Labs: un espacio interactivo donde los participantes discuten y desarrollan soluciones prácticas a los desafíos de la acción colectiva en los procesos de cambio.
El Foro concluía hoy con la participación de Roby Senderowitsch -Practice Manager, del Banco Mundial- y Jose-Manuel Bassat, especialista en gobernanza del organismo multilateral.