“Si mi legado es mi trabajo, me equivoco. Mi legado es mi vida. El trabajo debe acentuar eso”, aseguró convencido el actor Josh Brolin, durante una entrevista exclusiva con The Rake, en la que profundizó en su proceso de transformación personal, la paternidad, la sobriedad y el significado del legado.
En el marco de la publicación de su libro From Under the Truck y su participación en nuevos proyectos cinematográficos, ofreció una mirada introspectiva sobre el paso del tiempo y la búsqueda de genuinidad en su vida y carrera.
Durante la conversación con The Rake, Brolin compartió su percepción sobre la mortalidad y el valor del presente. “Siento que me quedan unos 15 años buenos”, confesó, resaltando la urgencia de aprovechar cada momento.
Su reflexión surge de un proceso de autoconocimiento impulsado por la sobriedad, que según sus palabras, le permitió aceptarse. Sobre esto, compartió: “Creo que eso tiene que ver con estar sobrio, finalmente mirar la versión más desnuda de uno mismo y estar bien con ello”.

La paternidad ocupa un lugar central en la vida actual del actor. Padre de cuatro hijos, dos de ellos menores de 10 años, El intérprete reflexionó sobre la ruptura de patrones familiares y la importancia de celebrar la individualidad de sus hijos.
Relató una escena significativa al enseñar a su hija menor a nadar, donde reconoció el valor de permitir que los niños enfrenten sus propios desafíos, confiando en su capacidad y acompañándolos sin imponer su propia imagen.
“Hay una transmisión de cierta mentalidad, donde veo a mi hija con una actitud punk rock, y pienso: ‘¿Cuáles son los aspectos de su personalidad que puedo celebrar, aunque no sean los que yo cultivaría porque no son míos?’”, explicó en The Rake. Es así que para el artista, el verdadero legado no reside en la obra profesional, sino en la vida misma.
En el ámbito profesional, se muestra selectivo con los proyectos que elige, priorizando aquellos que le permiten explorar aspectos personales. Su libro From Under the Truck se presenta como una novela de no ficción que recorre episodios de su vida con una narrativa que recuerda a Jack Kerouac, abordando temas como la adicción, la amistad y la paternidad.
Mientras que en el cine, luego de su recordado paso por el universo de Marvel, interpretando al villano Thanos; destaca su participación en “Whalefall”, donde la preparación para el papel incluyó un proceso de introspección guiado por una analista de sueños jungiana.
Mientras que “Weapons” es un thriller de terror que lo llevó a confrontar sus propios temores como padre. “Estos proyectos se están convirtiendo en una excusa más obvia para confrontar cosas en mí mismo a nivel personal”, admitió.
Además, su colaboración con directores como Denis Villeneuve en la saga “Dune” y Ridley Scott en “The Dog Stars” refleja su afinidad por el género de ciencia ficción, influenciado desde joven por la obra de Ray Bradbury.

El vínculo del actor con California y Los Ángeles es profundo y personal. Nacido y criado en el estado, expresó una lealtad inquebrantable hacia la región y su gente. Durante la sesión fotográfica para The Rake en Marina del Rey, resaltó la autenticidad de barrios como San Pedro, donde la esencia trabajadora de la ciudad permanece intacta.
Los recientes incendios en Los Ángeles impactaron de manera significativa a Brolin y su comunidad, motivándolo a recaudar USD 2 millones para la reconstrucción. Al recorrer las zonas afectadas, describió la devastación y la resiliencia de los habitantes, reafirmando su identidad como californiano: “Hay una historia y un carácter en L.A. que para mí no tiene igual. Soy un californiano convencido, amo todo sobre California”.
En cuanto a la industria cinematográfica, cuestiona los modelos tradicionales de masculinidad y la presión por la fama. Aboga por una actuación auténtica y un compromiso con el oficio, recordando los tiempos en que actores como Mark Ruffalo y Benicio del Toro se desafiaban mutuamente en lecturas de guiones.
“¿Podemos dejar de lado este manual cultural de cómo se supone que debemos actuar, especialmente como hombres?”, planteó. Para él, la construcción de carácter y la sensibilidad no están reñidas con la fortaleza, y rechaza la etiqueta de “alfa” que predomina en ciertos círculos contemporáneos.

Las anécdotas personales y las reflexiones finales revelaron una filosofía de vida orientada hacia la exploración y la imaginación activa. Afirmó su deseo de vivir con la intensidad de quien experimenta la realidad con todos los sentidos despiertos, sin buscar evasión, sino profundidad.
“Quiero vivir mi vida como si estuviera perpetuamente bajo los efectos del LSD. No para escapar, sino para profundizar en las realidades de mi vida, pero con una imaginación siempre activa”, compartió con The Rake.
De esta manera, la historia de Josh Brolin se entrelaza con la de Los Ángeles: no se trata solo de ascensos y caídas, sino de la capacidad de reinventarse y continuar, incluso después de las pruebas más complejas.