La “botadura lateral” que condenó al nuevo destructor de Corea del Norte y enfureció a Kim Jong-un

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En una imagen satelital deEn una imagen satelital de Maxar Technologies, un destructor norcoreano antes de su botadura lateral en un astillero en Chongjin, Corea del Norte, el 18 de mayo de 2025. Allí puede verse la rampa de lanzamiento y el palco VIP donde Kim Jong-un observó el fracaso del acto (Reuters)

El reciente accidente naval en Corea del Norte, ocurrido ante la mirada de Kim Jong-un, ha puesto en evidencia los riesgos de la modernización militar acelerada en uno de los países más herméticos del mundo. La fallida botadura de un destructor de 5.000 toneladas en el astillero de Chongjin, calificado por los medios estatales como un “crimen imperdonable”, ha desencadenado la detención de cuatro funcionarios y ha generado un intenso debate sobre las causas técnicas y políticas detrás del incidente.

Según informó The Wall Street Journal, el evento no solo representa un revés para la imagen de Kim Jong-un, sino que también revela las limitaciones y peligros inherentes a los métodos de construcción y lanzamiento naval adoptados por el régimen norcoreano.

El 21 de mayo, la ciudad de Chongjin, conocida como "City of Iron" por su importancia industrial y su proximidad a la frontera rusa, fue escenario de un acontecimiento que pretendía ser un hito en la modernización naval norcoreana. Una plataforma VIP se había instalado junto al puerto para recibir al dictador norcoreano y a los altos funcionarios que presenciarían el lanzamiento del segundo destructor clase Choe Hyon, una embarcación de 470 pies (unos 143 metros) de eslora y 5.000 toneladas de desplazamiento.

Sin embargo, la ceremonia se transformó en desastre cuando el buque, en lugar de deslizarse suavemente al agua, perdió el equilibrio y volcó. De acuerdo con el reporte de The Wall Street Journal, imágenes satelitales previas al evento mostraban al destructor sobre una rampa inclinada, preparada para una botadura lateral (“side launch”), un método poco habitual y arriesgado para este tipo de embarcaciones militares.

El análisis de expertos y de fuentes oficiales norcoreanas indica que el barco no descendió de manera uniforme por los rieles: solo la popa tocó el agua, mientras la proa quedó en el muelle, lo que provocó que el navío se volcara.

Los medios estatales norcoreanos atribuyeron el accidente a una "comandancia inexperta y descuido operacional“, y calificaron el hecho como un “crimen imperdonable”. La información señala que cuatro funcionarios han sido detenidos como consecuencia directa del incidente.

El análisis posterior al accidente ha puesto de relieve una combinación de factores técnicos y políticos que contribuyeron al fracaso del lanzamiento. Según expertos navales consultados por el medio norteamericano, la elección del método lateral para poner en el agua un buque de estas dimensiones resultó especialmente peligrosa.

La imagen satelital muestra alLa imagen satelital muestra al buque de guerra norcoreano cubierto con una lona azul tras el accidente ocurrido durante su botadura el 23 de mayo de 2025 (Reuters)

Mark Cancian, coronel retirado de la Marina estadounidense y actual miembro del Center for Strategic and International Studies, afirmó: "No he visto un fallo como este“.

El método de lanzamiento lateral requiere cálculos precisos sobre el centro de gravedad y el ángulo de entrada al agua. Un error en estas estimaciones puede provocar que el barco pierda estabilidad, como ocurrió en Chongjin.

Además, el destructor norcoreano presentaba una configuración particularmente vulnerable: según el análisis de imágenes y declaraciones recogidas por el medio estadounidense, el buque había sido equipado con aproximadamente 70 sistemas de armas antes del lanzamiento, una cifra muy superior a la práctica habitual en otras armadas, donde el equipamiento completo se realiza de forma gradual y a lo largo de varios años.

Neil Watts, ex capitán de la marina sudafricana y antiguo miembro del panel de la ONU para el monitoreo de sanciones a Corea del Norte, señaló que la presión ejercida por Kim Jong-un para acelerar el proceso de construcción y lanzamiento fue determinante. “Es una combinación de falta de experiencia técnica y la presión para lanzar el barco en un corto periodo de tiempo”, explicó Watts.

El dictador Kim Jong UnEl dictador Kim Jong Un y su hija durante una visita al nuevo destructor, "Choe Hyon", realizadas el 28 y 29 de abril de 2025, en un lugar no revelado de Corea del Norte. Ese buque de guerra -similar al accidentado días desppués- fue botado con una técnica diferente al accidentado en Chongjin (AP)

Yoon Suk-joon, capitán retirado de la marina surcoreana y actual investigador principal en el Korea Institute for Military Affairs, coincidió en que el régimen norcoreano sobreestimó sus capacidades: "Corea del Norte se volvió demasiado ambiciosa“, afirmó.

El accidente de Chongjin ha puesto en el centro del debate la idoneidad del método de lanzamiento lateral para buques de guerra de gran tamaño. Según el análisis de The Wall Street Journal, este procedimiento, que consiste en deslizar el barco de costado al agua desde una rampa inclinada, es común en cargueros y petroleros debido a sus cascos planos, que facilitan el equilibrio tras el impacto. Sin embargo, los buques de guerra, con cascos más estrechos y superestructuras pesadas, presentan un mayor riesgo de inestabilidad.

El caso del USS Milwaukee, un buque de combate litoral estadounidense de 3.400 toneladas y 388 pies (unos 118 metros) de eslora, ilustra los riesgos incluso en lanzamientos exitosos: tras su side launch en 2013, el barco osciló violentamente antes de estabilizarse, según un video de Lockheed Martin citado por el medio estadounidense. No obstante, el Milwaukee es considerablemente más pequeño que el destructor norcoreano accidentado.

Actualmente, la Marina de Estados Unidos y otras potencias militares han optado por métodos más seguros, como el lanzamiento mediante dique flotante, que permite una entrada al agua más controlada y estable. Corea del Sur, tras el accidente norcoreano, confirmó que evita el método lateral para sus buques militares.

De hecho, el propio régimen de Kim Jong-un había utilizado el lanzamiento por dique flotante semanas antes en Nampo, en la costa oeste, para el primer destructor clase Choe Hyon, en un astillero más grande y moderno.

La elección del método lateral en Chongjin respondió a limitaciones de equipamiento y a la necesidad de reducir costos, ya que el side launch requiere menos infraestructura avanzada que el dique flotante.

El accidente se produce en el marco de una campaña de modernización de la flota norcoreana impulsada personalmente por Kim Jong-un. El primer destructor clase Choe Hyon fue construido en el astillero de Nampo en aproximadamente 400 días, según medios estatales norcoreanos, con la intención de desplegarlo a principios del próximo año.

El segundo buque, accidentado en Chongjin, comenzó su construcción hace alrededor de un año, de acuerdo con el análisis de imágenes satelitales.

Una imagen satelital muestra elUna imagen satelital muestra el buque de guerra norcoreano cubierto con una lona azul tras un accidente ocurrido durante su botadura en el astillero de Chongjin, Corea del Norte (Reuters)

Expertos navales subrayaron que estos plazos son inusualmente cortos para un país con las limitaciones industriales de Corea del Norte. En Japón y Corea del Sur, por ejemplo, la construcción de una fragata o destructor suele requerir unos tres años; en Europa, entre tres y seis años, y en Estados Unidos, incluso más tiempo.

La prisa por completar y lanzar los buques, sumada a la decisión de equiparlos con un número elevado de sistemas de armas antes de su entrada al agua, ha incrementado los riesgos técnicos y operativos, como quedó demostrado en el accidente de Chongjin.

Tras el accidente, las autoridades norcoreanas actuaron con rapidez: cuatro funcionarios responsables del lanzamiento fueron detenidos, según informaron los medios estatales. El incidente fue calificado oficialmente como resultado de “comandancia inexperta y descuido operacional”, y se le atribuyó la gravedad de un “crimen imperdonable”.

Actualmente, el destructor accidentado permanece cubierto con lonas azules, ocultando el alcance real de los daños. Los medios estatales norcoreanos aseguraron que el casco no sufrió perforaciones durante el accidente. El proceso de extracción del agua de mar de las secciones sumergidas del buque requiere varios días, y se espera que las labores para enderezar la nave concluyan la próxima semana.

Especialistas consideran que la rapidez con la que Corea del Norte ha construido y lanzado estos buques, en comparación con los estándares internacionales, refleja tanto la ambición del régimen como las limitaciones de su industria naval.

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