
Victor Wembanyama recibió una gran noticia de cara a la próxima temporada de la NBA: tiene el alta médica para volver a jugar al básquetbol tras haber sufrido una trombosis en el hombro derecho que lo obligó a interrumpir el tramo final de la competencia con los San Antonio Spurs. El pivote francés de 2.24 metros, quien quedó descartado para el Eurobasket con su selección, habló acerca de la lesión que lo tuvo a maltraer.
“Oficialmente tengo autorización para volver a jugar. Todo está listo, recibí la confirmación del personal médico de los Spurs el viernes. ¡Por fin podré volver a jugar un poco al básquet! Mi lesión fue una aventura, obviamente, pero lo más difícil ya pasó. Hoy estoy mucho mejor, física y mentalmente“, expresó Wemby en una entrevista que le realizó el diario francés L’Equipe.
En cuanto al tenor de la lesión, que refiere a coágulos en sangre, y la posibilidad de tener que abandonar el deporte, Wembanyama admitió que tuvo ansiedad por su futuro en la NBA. “Por supuesto que tenía miedo de no poder volver a jugar al básquet. Creo que todos tenemos pensamientos irracionales sobre las cosas que más nos importan a veces. Pero ese tipo de pensamientos también te cambian como persona, para bien. Lo primero que piensas es: ‘Mi cuerpo me ha traicionado. Me ha decepcionado’. Pero esa no es la perspectiva correcta. Sería olvidar todo lo que mi cuerpo ha hecho por mí en el pasado. Es mejor replantearte la pregunta y preguntarte si lo exigí demasiado o si lo cuidé lo suficiente. ¿Comí lo suficiente? ¿Dormí lo suficiente? Probablemente podría haber hecho todo eso mejor para evitar que mi cuerpo sufriera", analizó el jugador de 21 años.
“Hoy podemos decir que esta trombosis ha quedado oficialmente atrás. Normalmente, no volverá a ocurrir. Ahora, tengo que continuar con el trabajo específico para mi hombro y, sobre todo, retomar todo lo relacionado con mis hábitos de básquetbol. Han pasado cinco meses desde la última vez que jugué 5 contra 5. Si tuviera que jugar un partido mañana, sería arriesgado. Hay muchos reflejos que recuperar, tanto conscientes como relacionados con la memoria muscular", indicó el jugador que recibió el premio a mejor novato de la NBA en la temporada 2024 tras ser elegido en el puesto 1 del Draft por los Spurs.

En sus vacaciones, Wembanyama eligió hacer una especie de retiro espiritual en China, donde visitó un templo shaolin, realizó meditaciones, practicó Kung-Fu y hasta se rapó la cabeza como parte de la tradición oriental. En la extensa nota con el diario francés, el pivote contó las sensaciones de abrirse a nuevas culturas. “Con lo que me pasó, aunque mi vida no corriera peligro, mi perspectiva sobre muchas cosas cambió. Quería disfrutar de la vida, experimentar muchas cosas sin preguntarme cada vez si había cámaras a mi alrededor. Y en cuanto a mi elección de descubrir el kung-fu en China, es porque estaba convencido de que habría beneficios físicos al realizar una actividad deportiva lo más alejada posible de mis hábitos. Era una oportunidad para mejorar las capacidades de mi cuerpo, la gama de movimientos de los que era capaz”, ahondó.
Acerca de su visita al templo shaolin, la estrella de la NBA dijo que asistió con Guillaume Alquier, su entrenador personal de los Spurs. “Nos introdujeron en la vida de un monje guerrero, que combina el budismo con una práctica intensiva de kung-fu. Fue muy duro. Descubrimos movimientos que nunca habíamos hecho en nuestras vidas. Eran más de 1000 patadas al día, saltos, ejercicios de equilibrio, estiramientos... Usábamos músculos que rara vez usábamos y que se sobrecargaban rápidamente. Sufrí algunos de los dolores más fuertes de mi vida (risas). Incluso llegó a ser demasiado. Tuvimos que bajar el ritmo. Por suerte, mi shifu (significa ‘maestro’ en chino) fue comprensivo. Aun así, pudimos experimentarlo de principio a fin, y al final nos convertimos en monjes. Formamos oficialmente parte de la 34.ª generación de monjes guerreros del templo", dijo.
El jugador también habló acerca de la meditación, que lo conectó con el presente y ayudó a dejar atrás los dramas de la vida cotidiana: “La hacíamos todas las noches, y la sesión más larga duró dos horas. No tuve un momento de inspiración, pero como dije antes, me ayudó a comprender aún más que no tenemos toda la vida para hacer ciertas cosas. Sin entrar en demasiados detalles, es un poco como esa idea de que tenemos que liberarnos de las cadenas que nos atan. Sé que desarrolla muchas cualidades en los seres humanos, y veo que es algo muy subestimado y poco desarrollado en el deporte. Necesitamos una variedad de factores para crecer, para desarrollar nuestros diferentes sistemas, tanto fisiológicos como psicológicos".