
A sus 80 años, Michael Douglas confirmó en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary que lleva más de dos años alejado de la actuación. Según informó The Wall Street Journal, el actor explicó que esta pausa responde a una decisión personal, aunque no descarta un eventual regreso.
Su presencia en el festival sirvió además para recibir el Globo de Cristal y presentar la versión restaurada de Atrapado sin salida, la película que no solo lo consagró como productor, sino que también le permitió obtener el respeto de su padre, Kirk Douglas.
La historia de Atrapado sin salida comienza mucho antes de su rodaje. En 1963, Kirk Douglas protagonizó en Broadway la adaptación teatral de la novela de Ken Kesey, y adquirió los derechos cinematográficos con la intención de producirla y protagonizarla. Sin embargo, durante años no logró concretar el proyecto. Fue su hijo, Michael, quien retomó la iniciativa.
“El libro me impresionó muchísimo en la universidad, y vi a mi padre en la obra. Había comprado los derechos del libro cuando estaba en versión galerada. Después de la obra, intentó durante unos cinco años montar la película. Le dije: ‘Déjame intentarlo’. Papá dijo: ‘Claro, dale una oportunidad’”, relató Douglas, según The Wall Street Journal. Así nació su primer gran desafío como productor.

Junto al productor Saul Zaentz, Michael Douglas apostó por una propuesta realista: rodar en el Hospital Estatal de Oregón, con participación de pacientes y en condiciones reales. “En lugar de usar un escenario en Hollywood, decidimos rodar en exteriores. En Oregón. En enero. Cuando oscurece a las tres de la tarde”, explicó. El director del hospital, Dean Brooks, colaboró con el equipo y también actuó en la cinta.
Douglas recordó las tensiones que enfrentó como productor, como el despido del director de fotografía Haskell Wexler. “Me sentí como un idiota al acercarme a este hombre tan talentoso que podría ser mi padre, pero tenía que hacerlo”, reconoció.

El reparto fue otro punto crítico. Aunque Kirk Douglas aspiraba a protagonizar la versión cinematográfica, el papel de Randle McMurphy terminó en manos de Jack Nicholson, luego del rechazo de varios actores. “Siempre lamenté que mi padre no lo interpretara, pero Jack fue una excelente elección. Tenía esa picardía que haría más fácil que el personaje prefiriera estar en una institución que en la cárcel”, afirmó Michael.
Atrapado sin salida se estrenó en 1975 y arrasó en los premios Óscar, ganando cinco estatuillas: mejor película, mejor director (Miloš Forman), mejor actor (Jack Nicholson), mejor actriz (Louise Fletcher) y mejor guion adaptado. Fue la primera vez en más de 40 años que una película ganaba los cinco principales premios.
Para Michael Douglas, más allá del reconocimiento profesional, la mayor validación fue personal. Al recordar la reacción de su padre ante el éxito de la película, compartió: “¡Si hubiera sabido que Michael iba a tener tanto éxito, habría sido más amable con él!”. Fue, según relató, una de las pocas veces en las que Kirk Douglas expresó abiertamente orgullo hacia su hijo.
Douglas también destacó el ambiente en el set, donde predominaban la improvisación y el trabajo colectivo. “La película es un vehículo estelar para Jack, pero en esencia es una película coral. Lo que vemos en pantalla es camaradería, y creo que por eso ha resistido el paso del tiempo”, afirmó.
Uno de los momentos más emotivos fue la participación de William Redfield, quien interpretó a Harding y falleció poco después del rodaje. “Su actuación fue simplemente mágica”, recordó.
Hoy, Douglas ve con perspectiva ese punto de inflexión que definió su carrera. La versión restaurada de Atrapado sin salida, presentada en Karlovy Vary y próxima a estrenarse en cines el 13 y 16 de julio, sirve también como homenaje a un proyecto que transformó su vida y le permitió construir su propio nombre más allá de la sombra paterna.
Su legado continúa con la nueva generación. Su hijo Dylan Douglas, de 24 años, debutará como actor en el thriller I Will Come to You. En una reflexión sobre la herencia artística, Michael citó una frase de su padre: “Hijo, tú lo tienes mucho más difícil que yo. Yo tuve la historia de cómo pasé de la miseria a la riqueza, pero la gente piensa que eres un niño con una cuna de oro”.

Aunque su carrera como actor está en pausa, Michael Douglas se muestra satisfecho. La película que produjo con apenas 31 años, y que su padre no logró llevar al cine, terminó siendo su carta de presentación definitiva. Más de cuatro décadas después, sigue proyectándose.