
En el verano de 2025, las facturas de electricidad en una amplia región del este de Estados Unidos han registrado incrementos notables. En ciudades como Trenton, Philadelphia, Pittsburgh y Columbus, el recibo mensual típico de un hogar ha subido entre 10 y 27 dólares respecto a años anteriores. Los motivos de este aumento están directamente relacionados con el incremento del consumo eléctrico por parte de centros de datos que soportan aplicaciones de inteligencia artificial y servicios en la nube.
De acuerdo con PJM Interconnection, el mayor operador de red eléctrica del país, el consumo energético ha subido este verano de manera significativa en la región bajo su control, que abarca 13 estados y el Distrito de Columbia. El operador ha informado que algunas áreas pueden experimentar incrementos de hasta el 20% en sus facturas. La principal causa es la mayor demanda de electricidad por data centers que procesan grandes volúmenes de información para herramientas como ChatGPT, respaldadas por empresas como Google, Meta, Microsoft y Amazon.
La demanda de electricidad por parte de estos centros ha crecido considerablemente desde 2023, año en que se popularizó el uso generalizado de sistemas de inteligencia artificial. En solo un año, los centros de datos que albergan estas tecnologías han llegado a consumir hasta treinta veces más energía que los convencionales, según Fox News. Este fenómeno ha provocado que el coste de la ampliación del suministro eléctrico se reparta entre todos los usuarios conectados a la red, incluidos los hogares y los pequeños comercios.

Los centros de datos han impulsado aumentos sin precedentes en la demanda energética en regiones densamente pobladas. Según The Washington Post, el alza de la demanda de estos centros explica aproximadamente las tres cuartas partes del incremento en los precios de “capacidad” de la red, según un informe del observador independiente Joseph Bowring. La subasta anual del precio de capacidad en la región de PJM evidenció un aumento del 833% el año pasado, cuyos efectos ya se reflejan en el recibo mensual de los consumidores.
En Columbus, por ejemplo, los hogares con tarifa estándar de la eléctrica local AEP Ohio pasaron a pagar alrededor de 20 dólares más al mes desde junio; esto equivale a un aumento de 240 dólares por año, según cálculos basados en datos de la empresa y del monitor independiente. El alza se ha atribuido de manera directa al “boom” de los data centers, que requieren asegurar potencia suficiente para cubrir sus picos de demanda.
Empresas del sector, agrupadas en el Data Center Coalition, han defendido públicamente que pagan el precio completo del servicio eléctrico, aunque recientemente reguladores de energía en Ohio determinaron que estos centros deberán asumir un mayor coste para financiar las mejoras de infraestructura necesarias para satisfacer sus necesidades. Tras la decisión, la asociación expresó su “decepción” en un comunicado, pero subrayó su compromiso de cubrir los gastos correspondientes.

El aumento del consumo energético por parte de la inteligencia artificial y la computación en la nube no solo ha incrementado los precios del mercado de capacidad, sino que ha tensado la infraestructura eléctrica existente, según Fox News.
El sistema operado por PJM atiende a 67 millones de clientes y podría alcanzar este verano picos de demanda superiores a 154.000 megavatios, con posibilidad de superar todos los récords históricos si ocurren olas de calor intensas. Los usuarios residenciales han sido advertidos de incrementos de 25 dólares o más en su factura mensual, y los usuarios comerciales deben prever aumentos de hasta el 30%.
Según datos de The Washington Post, estados como Virginia y Ohio han promovido la instalación de centros de datos mediante exenciones fiscales, permitiendo la adquisición de equipos sin pagar impuestos sobre ventas, lo que ha favorecido la proliferación de instalaciones tecnológicas de gran consumo. Aunque estas políticas han generado empleo, organizaciones y residentes han expresado preocupación por soportar el alza en los costes, temiendo que la demanda supere la oferta y se desencadenen nuevas subidas en los precios.

La capacidad de generación energética enfrenta dificultades para igualar el crecimiento de la demanda. Según Fox News, muchas plantas de combustibles fósiles están cerrando por regulaciones estatales, infraestructuras envejecidas o cambios en el mercado. Más de 9.000 megavatios de capacidad de carbón se retirarán o se convertirán a gas durante 2025. Las alternativas renovables como la energía solar y eólica atraviesan obstáculos por demoras regulatorias, sobrecostos y recortes en los incentivos federales.
El exceso de demanda podría superar los 166.000 megavatios disponibles en la red de PJM, generando riesgo de desabastecimiento en situaciones extremas. Por ello, se han implementado programas de “respuesta a la demanda”, que ofrecen pagos a empresas para que reduzcan su consumo eléctrico temporalmente y así evitar apagones rotativos. Aun así, la presión sobre el sistema persiste.
La popularización de aplicativos como ChatGPT ha multiplicado el uso de la inteligencia artificial en operaciones cotidianas, generando una demanda energética sin precedentes. Según un estudio citado por The Washington Post, una sola imagen de alta definición generada por IA puede requerir tanto consumo como cargar un smartphone hasta la mitad. Abe Silverman, investigador de la Johns Hopkins University, explicó que todas las regiones del país atraviesan un crecimiento significativo de la carga asociada a centros de datos, lo cual presiona al alza los precios tanto para transmisión como para generación eléctrica.