Nicolás Otamendi, capitán ante la ausencia de Lionel Messi, seguramente no soñó una expulsión en su último partido por Eliminatorias sudamericanas con la selección argentina. Sin embargo, en Guayaquil, no le quedó otra que derrumbar a Enner Valencia de un empujón cuando se dirigía cara a cara con Dibu Martínez para abrir el marcador para Ecuador.
A los 31 minutos, luego de un pelotazo largo, el experimentado Valencia, de 35 años, le ganó con el cuerpo a Leonardo Balerdi y aceleró con dirección al arco visitante. Ota cortó en diagonal y le cometió infracción para evitar que tuviera la tercera oportunidad clara para convertir.
El árbitro Wilmar Roldán enseguida le mostró tarjeta roja al defensor. Y acertó. ¿Por qué? Se trató de una acción tipificada en el reglamento como ocasión manifiesta de gol (OMG).
Para que la secuencia sea considerada así se deben dar las siguientes condiciones:
-La distancia entre el lugar donde se cometió la infracción y la portería.
-La dirección del juego.
-La probabilidad de mantener o recuperar el balón.
-La posición y el número de defensores cercanos.
Todas ellas confluyeron en la falta del zaguero del Benfica, por eso resultó justificada la decisión del juez.
El entrenador Lionel Scaloni, ante la coyuntura, debió modificar el equipo: ingresó Juan Foyth por Giuliano Simeone.
Dicho quedó, representaba un partido especial para Otamendi. “Él es uno de los que nos dio una mano enorme a nivel grupal. Vino a jugar lesionado, en contra de la decisión de su club. Y eso dice mucho. Es un jugador importantísimo para nosotros. Él será el capitán ante Ecuador”, había declarado Scaloni sobre su importancia antes del encuentro.
“Como el primer día (con aaalgún trofeo más). En el último asiento, con tu mate súper caído, siempre preparados para cada batalla. Te amo, hermanito”, le había dedicado un posteo en el micro Rodrigo de Paul. Sin embargo, después de tanta gloria, el destino le deparó al General una expulsión en Guayaquil.
Antes del final del primer tiempo, otra polémica. Ya en tiempo de descuento, Nicolás Tagliafico y Ángelo Preciado disputaron un balón aéreo dentro del área. Cabeceó el argentino, pero para darse impulso abrió el brazo, que terminó impactando en rostro del adversario.
Roldán no lo advirtió en el campo, pero fue convocado por el VAR a revisar en la pantalla. Se tomó varios minutos antes de determinar que el lateral del Olympique de Lyon actuó con imprudencia. Es aquella acción en la que el jugador muestra falta de atención o de consideración, o actúa sin precaución al disputar el balón con el adversario. Eso es lo que juzgó la autoridad del partido, que sancionó el penal que Enner Valencia cambió por gol ante un especialista como el Dibu Martínez.
Todo, en el contexto de un partido físico, muy disputado y cargado de protestas, algo que quedó confirmado en el epílogo de la primera parte, con las discusiones alrededor del juez, que derivaron en el ingreso de Scaloni para calmar las aguas y levarse a sus pupilos al vestuario.
En el complemento, el que vio la roja fue Moisés Caicedo por doble amarilla, tras una entrada temeraria a Nicolás González.