
Una inusual ola de calor afecta al centro de Estados Unidos, elevando las temperaturas a niveles cercanos a los máximos registrados durante la década de 1930. El fenómeno impacta principalmente a los estados del valle del Misisipi y las Grandes Llanuras desde el viernes 12 de septiembre de 2025. Las autoridades nacionales advierten sobre riesgos en la salud de la población y tensión en el suministro de energía.
Un informe del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (National Weather Service, NWS) señala que la región experimenta temperaturas entre 10 y 20 grados Celsius por encima del promedio histórico para estas fechas, con valores superiores a 37 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en ciudades como Omaha, St. Louis y Des Moines. Según la herramienta HeatRisk del NWS, existen altas probabilidades de afectaciones, especialmente para personas sin acceso a refrigeración o hidratación adecuada, y para sistemas de salud e industrias expuestas a condiciones extremas.
Durante la segunda semana de septiembre, varios estados del centro y sur del país presentan un cambio abrupto tras registrar temperaturas por debajo del promedio y advertencias de heladas en zonas del norte. Las autoridades federales atribuyen este comportamiento a la llegada de masas de aire cálido provenientes del sur, fenómeno que ya generó presión sobre el sistema eléctrico regional en años recientes.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos alerta sobre condiciones de calor extremo en una franja que abarca desde Nebraska hasta Texas y Luisiana, incluyendo Iowa, Misuri e Illinois. En su actualización más reciente, el NWS no emitió avisos específicos por calor en la tarde del viernes, aunque resaltó riesgos elevados a través de la herramienta HeatRisk, que marca afectaciones importantes para poblaciones vulnerables y sistemas de salud pública que carecen de acceso a sistemas de enfriamiento.
“El centro de Estados Unidos experimentará temperaturas máximas que oscilarán entre los 36 y los 40 grados Celsius (97 y 104 grados Fahrenheit) durante el fin de semana, cifras que podrían igualar o superar los récords históricos diarios de 1939,” indica el último reporte del NWS. Las proyecciones oficiales apuntan a que la situación se extenderá hasta el miércoles, con temperaturas entre 5 y 15 grados Celsius por encima del promedio habitual.
Registros históricos publicados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) confirman que ciudades como Omaha y St. Louis alcanzaron máximos de septiembre en el año 1939, superando los 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit). El NWS anticipa que estas marcas podrían igualarse o superarse, con impactos esperados en Wisconsin, Texas, Kansas y Tennessee.

Un análisis de Newsweek, sustentado en datos de la consultora meteorológica AccuWeather, identifica las siguientes ciudades como las más propensas a romper sus máximas históricas:
- Omaha, Nebraska
- St. Louis, Misuri
- Des Moines, Iowa
- Memphis, Tennessee
- Peoria, Illinois
- Springfield, Misuri
Meteorólogos del NWS y AccuWeather prevén que lunes y martes presentarán máximas cercanas a los 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit). John Feerick, meteorólogo de AccuWeather, declaró a Newsweek: “Esta será una racha considerable de calor que podría prolongarse hasta mitad de la próxima semana”.
Las autoridades federales expresan preocupación ante el impacto sobre la salud y el funcionamiento de los servicios públicos. El NWS advierte que la probabilidad de golpes de calor y deshidratación será mayor, especialmente en adultos mayores, niños y personas en situación de calle.
“Días consecutivos con temperaturas altas complican la atención en centros médicos y servicios de emergencia”, muestra el último boletín del NWS, que remarca la vulnerabilidad de quienes carecen de acceso a refrigeración. Se recomienda vigilar síntomas de insolación y limitar las actividades al aire libre durante las horas de máxima radiación solar.
Diversos municipios anticipan presión en el suministro eléctrico si la demanda supera lo habitual, sobre todo en zonas urbanas densamente pobladas o regiones con restricciones por sequía severa.

Previo al inicio de la ola de calor, partes del país registraron temperaturas atípicamente bajas en septiembre, con advertencias de heladas en estados del norte como Dakota del Norte y Maine, según información del NWS y la NOAA. Este salto térmico refleja una variabilidad pronunciada en el clima durante el cambio estacional.
La actual ola de calor se distingue por la ausencia casi total de lluvias en el área central, lo que intensifica las condiciones de sequía. El informe del NWS advierte: “La falta de precipitaciones durante este evento agravará los problemas de sequía ya existentes en grandes zonas del Medio Oeste”.
Autoridades estatales y federales instan a la población a adoptar las siguientes medidas:
- Tomar agua con frecuencia, evitando bebidas alcohólicas o azucaradas.
- Buscar sombra y evitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 horas.
- Elegir ropa ligera, de colores claros y fabricada con materiales naturales.
- Monitorear la salud de personas con condiciones médicas crónicas, menores y adultos mayores.
- Consultar los informes y avisos locales sobre posibles cortes de energía o recomendaciones sanitarias.
De acuerdo con Newsweek y AccuWeather, los equipos de emergencia operan en estado de alerta alta durante toda la semana y los primeros días de la próxima.

La previsión oficial indica que la ola de calor persistirá en la franja central del país hasta el miércoles, aunque algunas áreas experimentarán un descenso térmico hacia el próximo fin de semana. La NOAA prevé extender la vigilancia si las temperaturas extremas se mantienen o si las condiciones de sequía empeoran.
En la región noreste, autoridades mantienen alerta por heladas en la parte norte de Maine, demostrando el alto contraste de condiciones hacia el territorio nacional. El NWS recomienda permanecer atentos a la información de fuentes oficiales, seguir las medidas de prevención e informar sobre cualquier emergencia, poniendo el foco en la protección de los grupos más vulnerables.