
Brad Pitt ha sido una de las grandes figuras de Hollywood durante más de tres décadas, pero detrás del carisma y la fama, el actor vivió una larga batalla con las adicciones.
Hoy, a sus 61 años, Pitt lleva casi una década sobrio y ha explicado en varias entrevistas cómo escogió alejarse del alcohol y transformar su vida.
El actor de El club de la pelea y Once Upon a Time in Hollywood ha admitido públicamente que durante muchos años su vida estuvo marcada por hábitos autodestructivos. En una entrevista con GQ en 2017, reconoció: “La verdad, podía beber más que un ruso con su propio vodka. Era un profesional. Era bueno en eso”.
El consumo de marihuana también fue parte de su rutina durante los años noventa, etapa en la que lidiaba con una repentina popularidad y con una profunda sensación de vacío personal.

En conversación con The Hollywood Reporter en 2012, confesó: “Estaba fumando demasiada hierba; me sentaba en el sofá y me estaba convirtiendo en una rosquilla… Hacía lo mismo todas las noches, me adormecía para poder dormir”.
“Me estaba escondiendo de todo ese asunto de ser una celebridad”, comentó el galán de Hollywood.
La primera señal de cambio llegó durante un viaje a Marruecos a mediados de los años 90. Allí, el actor conoció a la pobreza extrema, una experiencia que lo impactó profundamente.
“Simplemente lo dejé”, dijo Pitt a The Hollywood Reporter. “Dejé la hierba en ese momento —bueno, casi por completo— y decidí levantarme del sofá”.
Sin embargo, el alcohol continuó siendo una presencia constante en su vida. A GQ le reveló que no podía recordar “ni un solo día” desde que salió de la universidad en el que no hubiera bebido o fumado algo.
El verdadero detonante de su transformación llegó en 2016, tras su separación de Angelina Jolie.
La actriz solicitó el divorcio poco después de un altercado ocurrido en un vuelo privado familiar. Según documentos judiciales, Pitt, presuntamente ebrio, tuvo una discusión violenta con Jolie y fue acusado de comportamientos verbales y físicos hacia ella y uno de sus hijos.
En una demanda presentada en 2024, los abogados de Jolie afirmaron que el actor había sido “abusivo con varios de los niños”.
Aunque Pitt negó las acusaciones y fue finalmente absuelto por el FBI y el Departamento de Servicios para Niños y Familias de Los Ángeles, el incidente lo obligó a confrontar sus propios límites.
En entrevista con The New York Times en 2019, explicó: “Había llevado las cosas demasiado lejos. Así que me quité el privilegio de beber”.
Después del divorcio, Pitt ingresó a un grupo de Alcohólicos Anónimos formado solo por hombres, entre ellos el actor Dax Shepard.
Allí, encontró un espacio en el que, por primera vez, pudo mostrarse sin máscaras.
“Vi a todos estos hombres sentados, siendo francos y honestos de una manera que nunca había escuchado”, dijo a The New York Times. “Era un lugar seguro, donde no te juzgaban, y por tanto, uno mismo tampoco lo hacía”.
En junio de 2025, en el podcast Armchair Expert, Pitt describió que se sentía desesperado cuando encontró dicho programa de recuperación.
“Casi estaba de rodillas, y me sentía bastante sensible. Estaba probando de todo y con todos. Cualquier cuerda que alguien me lanzara. Fue una época difícil. Necesitaba reiniciarme, despertar drásticamente en algunas áreas. Significó mucho para mí”.
El actor también reconoció la influencia que tuvo en él su colega Bradley Cooper, quien lleva más de dos décadas sobrio.
Durante su discurso de aceptación en la gala del National Board of Review en 2020, Pitt le agradeció públicamente.
“Bradley acaba de acostar a su hija y vino corriendo hasta aquí para hacer esto. Es un encanto. Me volví sobrio gracias a este tipo, y desde entonces cada día ha sido más feliz”, celebró.