A los 69 años, el cantante británico Billy Idol reafirma su vigencia con el lanzamiento de Dream Into It, su nuevo álbum editado por Dark Horse Records, y una gira internacional que lo llevó por escenarios de Estados Unidos y Europa.
Lejos de detenerse, el músico revivió momentos claves de su trayectoria y reflexionó sobre su presente en una entrevista exclusiva con UNCUT, realizada desde Nashville.
Con fechas destacadas como el Forever Now Festival en Milton Keynes y el Wembley Arena en Londres, Billy Idol presenta en vivo su más reciente trabajo discográfico. Describe cada concierto como “surfear sobre una increíble ola de sonido”, y destacó que el ejercicio físico y la conexión con el público sustituyeron completamente el uso de sustancias antes de subir al escenario.
El disco marca una etapa en la que la diversión y la disciplina tomaron un rol central. Rodeado por su banda y colaboradores de confianza, Idol mantiene el impulso creativo que lo caracterizó desde los inicios de su carrera. “Tienes que seguir adelante”, resumió, con una frase que atraviesa todo su recorrido artístico.

A nivel sonoro, Dream Into It mezcla guitarras intensas con sintetizadores atmosféricos, en una propuesta que combina elementos clásicos de su estilo con una producción contemporánea.
Las letras abordan temas como la resiliencia, el paso del tiempo y la necesidad de reconexión personal, reflejando una madurez artística sin renunciar a su energía característica. El álbum fue bien recibido por la crítica especializada, que destaca su capacidad para reinventarse sin perder identidad.
Antes de convertirse en figura internacional, Idol fue parte del nacimiento del punk británico. Inspirado por los Sex Pistols —a quienes vio en el 100 Club en 1976— abandonó la Universidad de Sussex para formar Generation X junto a Tony James. La banda representó el espíritu rebelde del momento, aunque también enfrentó la crudeza de la escena: vasos rotos, invasiones de escenario y peleas en los conciertos eran frecuentes.

Con la disolución del grupo tras la salida de dos de sus integrantes, Idol decidió mudarse a Nueva York, en busca de un entorno creativo más abierto. Allí comenzó su carrera solista, combinando su estética punk con una sensibilidad pop que lo proyectó a nivel global.
Durante su carrera, Idol compartió experiencias con figuras influyentes. En el club neoyorquino Continental conoció a David Bowie, a quien recuerda como “un tipo encantador, muy positivo sobre todo”, en una noche compartida también con Nile Rodgers. Expresó su admiración por Television y Tom Verlaine, banda que estuvo a punto de acompañarlo en una gira antes del fallecimiento del músico.
En el ámbito cinematográfico, James Cameron lo consideró para interpretar al T-1000 en Terminator 2. Se realizaron pruebas de cámara, pero un accidente en motocicleta le impidió asumir el papel, que terminó en manos de Robert Patrick.

Más allá de la música, Idol colabora actualmente con Neil Young y Steve Stills en una organización benéfica dedicada al autismo. El artista considera esencial participar en este tipo de iniciativas, especialmente en contextos de recortes sociales.
Consultado sobre las críticas que lo señalaron como un “plastic punk”, Billy Idol respondió que aprendió a no dejarse limitar por las etiquetas. “Lo seguíamos desde muy temprano, por eso pude estar en un grupo cuando explotó”, explicó. Cree que lo importante es actuar por motivos auténticos y seguir adelante: “Si lo tomaras demasiado en serio, nunca harías nada”.
Aunque reside en Estados Unidos, donde viven sus hijos y nietos, mantiene un vínculo fuerte con el Reino Unido, país en el que dio sus primeros pasos musicales. La dualidad entre ambos mundos influyó tanto en su identidad personal como en su enfoque artístico.

Dream Into It ya está disponible. Billy Idol continúa con su gira mundial mientras reafirma, con cada show y cada canción, que su energía no se apaga: se transforma.