
Algo cambió entre la primera y la segunda temporada de The Office en 2005. Y no fue solamente la confianza del elenco o el tono de la serie, sino la apariencia de su protagonista, Steve Carell.
Durante el verano, el actor se ausentó del set para filmar Virgen a los 40 y, cuando regresó a Dunder Mifflin, lucía notablemente diferente. Así nació el “cambio de imagen no comentado” de Michael Scott.
Angela Kinsey, quien interpretó a Angela Martin, lo recordó en el pódcast Office Ladies, que conduce junto a Jenna Fischer.
“Ese verano, cuando iba a filmar Virgen a los 40, se puso en una forma física increíble… y lo ha mantenido desde entonces. Ahora está muy en forma, convirtió eso en parte de su vida. Además, le dieron un look completamente nuevo, lo ‘arreglaron’”, explicó.

Por su parte, Jenna Fischer, que dio vida a Pam Beesly, añadió que el cambio físico de Steve Carell coincidió con una evolución del personaje.
“Originalmente, Michael Scott estaba basado en el jefe de la versión británica, así que su look era un reflejo de David Brent. Cuando Steve volvió mucho más delgado y viéndose increíble, lo usamos como una excusa… se veía genial”, comentó.
Uno de los ajustes más evidentes estuvo en el peinado. Kinsey recordó que en la primera temporada usaban abundante gel para peinar el cabello de Carell hacia atrás, imitando el estilo del personaje británico.
Para la segunda temporada, con el nuevo físico del actor, decidieron eliminar ese detalle y suavizar su imagen.

Pero no fue solo cuestión de estética. Jenna Fischer explicó que, tras la renovación de la serie para una segunda temporada, los productores vieron la oportunidad de moldear a Michael Scott más alrededor de lo que Steve Carell podía aportar, en lugar de seguir imitando a su contraparte británica.
“Podían basarlo más en lo que Steve iba a traer al personaje”, dijo. Un ejemplo claro fue el episodio “The Dundies”, donde Michael es humillado y burlado, mostrando vulnerabilidad y nuevas capas en su personalidad.
En ese mismo capítulo, la sucursal de Scranton se reúne en un restaurante Chili’s para la peculiar ceremonia anual de premios organizada por Michael. Lo que muchos desconocían —y que Fischer y Kinsey revelaron— es que en realidad no se grabó en un Chili’s verdadero.
Aunque el equipo de producción obtuvo permiso de la cadena y recibió accesorios oficiales para recrear el ambiente, el rodaje se realizó en un restaurante que había cerrado sus puertas.

“No era un Chili’s real”, confirmó Fischer. “De hecho, era un restaurante fuera de servicio”, agregó Kinsey.
El detalle explica por qué los seguidores más dedicados, incluso aquellos que han hecho “peregrinajes” a buscar el local, nunca han podido sentarse en la misma mesa que Pam y Jim.
El episodio también es recordado porque Pam, tras beber de más, es supuestamente “vetada” de Chili’s, un chiste recurrente entre los fans. Años después, la propia cadena “levantó” esa prohibición en redes sociales, sumándose al juego.

Actualmente, The Office sigue siendo una de las comedias más queridas y maratoneadas, disponible en streaming. Aunque en Netflix aún es posible encontrarla, en enero de 2021 la serie migró oficialmente al servicio Peacock de NBC, su casa original.