
Sean Penn se volvió uno de los actores más criticados cuando compartió su visión sobre los cambios en los roles de género que se viven en la actualidad.
Durante una entrevista con The Independent, en el marco de la promoción de su película El día de la bandera, en la que actúa junto a su hija Dylan, ganador de dos premios Oscar abordó lo que él considera un cambio notable en la masculinidad actual.
“Creo que, a mi juicio, los hombres se han feminizado enormemente. Dejan sus vaqueros para ponerse falda por la existencia de unos genes cobardes”, expresó.
Por si fuera poco, el artista añadió que su comentario no está relacionado con actitudes irrespetuosas hacia las mujeres, sin embargo, estableció que los roles de cada género no se deberían combinar.

“No creo que ser un bruto o tener insensibilidad o falta de respeto hacia las mujeres tenga nada que ver con la masculinidad o lo haya tenido alguna vez. No creo que para ser justos con las mujeres debamos convertirnos en ellas”, aseveró.
Incluso, el actor señaló que en su vida ha estado rodeado de mujeres que considera fuertes y que no ven la masculinidad como un elemento negativo que las afecte.
“Tengo mujeres muy fuertes en mi vida que no se toman la masculinidad como un signo de opresión hacia ellas”, comentó.

Cabe destacar que la celebridad de 64 años, ha tenido una carrera que combina papeles reconocidos en el cine con trabajos detrás de cámara.
Debutó en los años 80 en Taps, más allá del honor y Aquel excitante curso, y ha participado en producciones como Mystic River, Yo soy Sam, La delgada línea roja y Mi nombre es Harvey Milk. También ha dirigido cintas como Hacia rutas salvajes.
Sin embargo, la trayectoria personal de Sean Penn ha sido igualmente turbulenta. Durante la filmación de Colors en abril de 1987, el famoso protagonizó un altercado con un extra llamado Jeffrey Klein.
Según informes, Klein estaba tomando fotografías de Penn junto a Robert Duvall sin autorización. Penn, incómodo con la situación, primero lo insultó y escupió, y Klein respondió de la misma forma.

La tensión escaló hasta que el actor le propinó varios puñetazos en la cara con el puño cerrado, y tuvo que ser apartado por miembros del equipo de rodaje.
Como resultado, Sean Penn se declaró culpable sin admitir los cargos (“no contest”) y fue condenado en junio de ese año a 60 días de prisión en la cárcel del condado, además de una multa de 240 dólares y dos años de libertad condicional
También se le ordenó recibir asesoramiento psicológico por tener un temperamento violento.
Sin embargo, solo cumplió 33 días de esa condena. Inicialmente fue trasladado a una cárcel rural en Bridgeport, California, con un régimen similar al resto de reclusos, incluyendo tareas comunitarias como limpiar el lugar o lavar vehículos.
Luego fue reubicado en la cárcel del condado de Los Ángeles, donde estuvo confinado en una celda individual.

Durante su reclusión, compartió la prisión con el temido asesino en serie Richard Ramirez, quien le solicitó un autógrafo. El actor se negó inicialmente porque pensó que era una broma de los custodios, pero accedió después de recibir autorización del sargento, aunque dejó claro que no sentía ninguna afinidad hacia él.
A pesar del incidente, Penn también es conocido por su activismo humanitario. Participó activamente en labores de rescate tras el huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005 y fundó la organización de ayuda tras el terremoto en Haití en 2010, siendo nombrado embajador itinerante por el gobierno haitiano.