La vida de Viggo Mortensen, el artista que prefiere un lienzo antes que una fiesta en Hollywood

hace 13 horas 4
Viggo Mortensen prefiere la pinturaViggo Mortensen prefiere la pintura y la familia antes que el glamour de Hollywood (EFE/Iván Villanueva)

La vida del actor Viggo Mortensen está marcada por una juventud itinerante que sembró las semillas de una personalidad única en el entorno del cine. Nacido en Nueva York, Mortensen tuvo una infancia repleta de constantes mudanzas debido a los negocios de su padre, un hecho que posiblemente avivó su carácter explorador y adaptable. Poco después de su nacimiento, la familia Mortensen se trasladó a Argentina, donde pasaría una parte significativa de sus primeros años.

Durante su estancia en Sudamérica, según revela Fotogramas, Mortensen no solo adquirió la lengua española, sino que lo hizo con el inconfundible acento argentino, un rasgo que continúa presente en sus entrevistas y apariciones públicas y que resuena con raíces profundamente personales y culturales.

Estos años formativos en Argentina concluyeron cuando él tenía apenas once años, momento en que, tras el divorcio de sus padres, regresó a los Estados Unidos acompañado de su madre y hermano. Allí culminó sus estudios, brindando el cierre a una etapa de formación diversa que abrazó distintas culturas y experiencias.

La ruta a la adultez llevó a Mortensen a Dinamarca, donde experimentó una vida rural contribuyendo en la granja de su padre. Esta fase en el campo despierta una vena creativa que lo lleva a explorar múltiples ocupaciones, antes de decidir asentarse en Nueva York para estudiar arte dramático.

El paso de Mortensen porEl paso de Mortensen por Argentina marcó su identidad y su dominio del español con acento argentino (Rs Fotos)

En la Gran Manzana, Mortensen finalmente encontró el espacio y la guía necesarios para forjarse un camino en la interpretación, dando sus primeros pasos en la actuación, un preludio a la destacada carrera cinematográfica que pronto desarrollaría.

Durante las décadas de los ochenta y noventa, Viggo Mortensen comenzó a dejar su huella en el mundo del cine, aunque en sus primeros años, este recorrido se marcó por participaciones en papeles secundarios. Estas interpretaciones, sin embargo, se desenvolvieron en producciones de alto calibre que lo acercaron paulatinamente al reconocimiento en la industria. Su carrera actoral despegó con participaciones en películas como Único Testigo (1985) de Peter Weir, donde, a pesar de mantener un rol menor, empezó a ser descubierto por una audiencia más amplia.

La década siguiente fue testigo de su consolidación como un actor respetado debido a su trabajo en películas tales como Atrapado por su Pasado (1993) de Brian De Palma y Marea Roja (1995) de Tony Scott. Otras producciones como Pánico en el Túnel (1996) de Rob Cohen y La Teniente O’Neil (1997) de Ridley Scott, por citar algunas, confirmaron su presencia constante en el cine de acción y drama.

El cambio decisivo para Mortensen llegó a inicios del siglo XXI cuando Peter Jackson le ofreció interpretar a Aragorn en la trilogía de “El señor de los anillos”, basada en la icónica obra de J.R.R. Tolkien. Este papel no solo le otorgó el reconocimiento internacional tan esperado, sino que lo inmortalizó como uno de los rostros más emblemáticos en el panorama del cine de aventuras contemporáneo, expandiendo significativamente su base de admiradores y cimentando su presencia en la cultura popular.

El papel de Aragorn enEl papel de Aragorn en "El señor de los anillos" marcó un antes y un después en su carrera (IMDB)

Tras su destacada actuación en la trilogía de “El señor de los anillos”, Viggo Mortensen se catapultó al estrellato internacional, lo que le abrió puertas a roles protagónicos en películas de gran calado dramático. Su colaboración con el director David Cronenberg marcó una etapa fundamental en su carrera, donde brilló en películas como Una Historia de Violencia (2005) y Promesas del Este (2007), donde su capacidad para encarnar personajes complejos y profundos le otorgó un nuevo nivel de reconocimiento crítico.

En años posteriores, Mortensen continuó ampliando su repertorio de actuaciones con filmes como Capitán Fantástico (2016) dirigida por Matt Ross, donde su interpretación le valió una aclamación crítica y varios galardones. En Green Book (2018) de Peter Farrelly, su papel le proporcionó nuevamente un altísimo reconocimiento, reafirmando su posición como uno de los actores más versátiles y respetados de su generación.

A pesar de su prestigio en la industria cinematográfica y sus múltiples nominaciones al Oscar, Viggo Mortensen ha mantenido una relación distante con el mundo hollywoodense. A diferencia de otros actores de su generación, Mortensen ha optado por no involucrarse en el ambiente superficial y a menudo frívolo de las grandes celebridades.

Durante una entrevista con IGN España en 2016, subrayó sus preferencias personales al afirmar: “Cuando tengo un día libre no lo gasto en una fiesta en Hollywood. Prefiero estar en casa con pinturas y un lienzo en blanco”.

Este enfoque refleja su inclinación por una vida centrada en el arte, la reflexión y la familiaridad, priorizando el tiempo de calidad con su familia y dedicándose a las artes visuales y literarias en lugar de participar en el bullicio de las mascarillas sociales del cine.

Viggo Mortensen es un reconocidoViggo Mortensen es un reconocido fanático del club San Lorenzo de Almagro

Mortensen ha expresado abiertamente su desinterés por las estrategias mediáticas y los eventos sociales masivos, optando en su lugar por una existencia introspectiva, lo que se ha traducido en una visión del arte no solo como profesión, sino como estilo de vida.

La visión de Viggo Mortensen sobre el mundo y el arte se caracteriza por una introspección profunda y una sinceridad única. A lo largo de su carrera, ha manifestado una fuerte inclinación hacia un uso consciente y significativo del tiempo, como se desprende de sus conversaciones con medios como IGN España.

Mortensen considera que cada persona debe decidir cómo emplear su tiempo, resaltando: “Me doy cuenta de lo importante que es usar el tiempo que tenemos. Respeto a la gente que lo usa para ver la televisión. Por casualidad, yo prefiero leer”.

Esta perspectiva es evidente en su aproximación al arte. Mortensen no solo es actor, sino también editor, fotógrafo, poeta y músico, buscando siempre expresar su arte a través de diferentes formas. Para él, ser un artista no se limita a crear obras, sino que es una forma de vivir que involucra atención, memoria y participación activa en la vida. Su filosofía artísticamente holística y personal es un reflejo de su deseo de escapar de los convencionalismos, promoviendo una vida alegremente absorbida en la cultura y la creatividad.

Leer artículo completo