Las apuestas en el béisbol son como tentar al diablo

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Primero fue Luis Ortiz y ahora Emmanuel Clase, dos lanzadores dominicanos de los Guardianes de Cleveland, que están bajo investigación por su presunta participación en apuestas ilegales en el béisbol.

Se veía venir, desde que Grandes Ligas empezó a tentar al diablo al asociarse con sitios de apuestas, como Fan Duel, e incluso tras mudar a la franquicia de los Atléticos de Oakland a Las Vegas.

Ya el año pasado, el infielder venezolano Tucupita Marcano, de los Padres de San Diego, fue expulsado de por vida, luego de que MLB descubriera que realizó 387 operaciones por más de 150,000 dólares en una casa de apuestas entre 2022 y 2023.

Asimismo, el astro japonés Shohei Ohtani fue investigado por la misma causa, aunque su traductor personal, Ippei Mizuhara, terminó cargando con la culpa.

Según la oficina del comisionado, Mizuhara robó 17 millones de la cuenta personal de Ohtani para hacer apuestas, por lo que fue sentenciado a 57 meses de cárcel.

¿Y Santa Claus es en realidad el que trae los regalos a los niños en Navidad?

Es difícil creer que a alguien le saquen 17 millones de su cuenta sin que se percate del desfalco.

Una suspensión de por vida al nipón de los Dodgers de Los Angeles hubiera significado un golpe de imagen demasiado duro, del que quizás MLB jamás se hubiese recuperado.

Aunque uno es inocente hasta tanto se demuestre lo contrario, también tenemos la libertad de pensar que las Grandes Ligas le tiró un manto de inmunidad a una de sus caras más visibles.

Las investigaciones de Ohtani y Marcano prácticamente coincidieron en tiempo, y era más fácil desechar al venezolano, una figura totalmente intrascendente y prescindible.

Ahora llegan los quisqueyanos Ortiz y Clase. El primero, un abridor sin penas ni glorias a lo largo de su carrera de cuatro temporadas. Y el segundo, uno de los mejores cerradores de todo el béisbol, líder en juegos salvados de la Liga Americana en 2022, 2023 y 2024, pero que ya arrastra una suspensión en 2020 por el uso de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento.

Lo de la asociación de MLB con las casas de apuestas abre una caja de Pandora que está difícil de atajar.

Múltiples opciones

Y es que la gente apuesta a cualquier cosa, no sólo a los resultados de los partidos, sino a algo tan simple como a un pitcheo.

Por ejemplo, un serpentinero, que tiene control sobre sus envíos, pone ilegalmente dinero a que su primer lanzamiento será bola o strike. Tan simple como eso.

La decisión está en sus manos, como estuvo en las de Pete Rose cuando era mánager de los Rojos de Cincinnati, aunque el líder en hits de todos los tiempos murió asegurándole al mundo que jamás apostó en contra de su equipo.

El comisionado Rob Manfred tiene la posibilidad de evitar que este fenómeno se convierta en una epidemia, aunque habría que ver si tiene interés en hacerlo.

Sería bueno recordarle que el cargo que hoy ostenta surgió a raíz del escándalo de ocho jugadores de los Medias Blancas de Chicago, que vendieron a los apostadores la Serie Mundial de 1919 ante los Rojos.

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