El Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 fue una carrera marcada por la estrategia. Debido al poco espacio del circuito callejero y a las dimensiones de los monoplazas, los adelantos en pista fueron prácticamente imposibles. Para evitar los “undercut” (la táctica que implica que un coche entre a boxes para cambiar neumáticos antes que su rival, con el objetivo de salir delante en la grilla), algunas escuderías utilizaron un letargo planificado y así evitar esta situación.
Uno de los equipos que utilizó esta polémica estrategia fue Williams, que le pidió a Alexander Albon reducir su ritmo para bloquear a los demás pilotos y así permitirle a Carlos Sainz Jr. lograr una ventana de tiempo que le permitiera realizar una parada sin perder posiciones. En las calles del principado, esta maniobra se vuelve altamente efectiva aunque poco ética.
“No era algo que teníamos pensado hacer, pero es algo que nos lo hicieron a nosotros. Se demuestra que las dos paradas no sirvieron de nada y la carrera sigue siendo súper aburrida”, explicó el piloto español. Es que, en Montecarlo se reglamentó que cada coche debía realizar dos paradas obligatorias para evitar la monotonía, algo que claramente no funcionó.
“El problema de Mónaco es que prácticamente no hay espacio para adelantar y que podés conducir a 3 ó 4 segundos más lento que tu ritmo y todavía no adelantarte mientras corras en los sitios que hay que correr. Mónaco te permite manipular la carrera de la manera que vos querés”, sumó.
Otro equipo que utilizó este bache en el reglamento fue Racing Bulls, que sacrificó el ritmo de Liam Lawson para favorecer a Isack Hadjar. Es por eso que el español ex Ferrari indicó: "A nosotros nos manipularon la carrera al principio con Lawson, que consiguió girar 40 segundos más lento de lo que podía ir, para que Hadjar parase dos veces, luego yo conseguí otros 40 segundos más lento para que Alex parase dos veces y luego Alex fue 40 segundos más lento para que yo parase dos veces.
Finalmente, Sainz terminó 10° y Albon 9°. “Así que ahí tenés un poco el resultado del final, el problema que tiene Mónaco en estos momentos- y esa laguna un poco en el reglamento- que te permite manipular la carrera de esa manera a favor de tus compañeros de equipo y que cada año los equipos explotan más", completó en declaraciones al diario Marca.
Mientras giraba, Sainz reveló que tuvo tiempo para pensar una solución a esta problemática: “iba tan aburrido que iba diciendo qué se podría hacer aquí en Mónaco para que no se pudiese hacer esto. Ahora lo tengo que pensar más, pero iba muy caliente en el momento y se me ocurrieron ideas muy extrañas. Pero sí, hay que pensarlo".
“Estás manipulando la carrera, manipulando el resultado y eso es lo que te permite Mónaco y eso es lo que creo que como deporte tenemos que mirar y asegurarnos que no se puede hacer porque es muy obvio, el que lo va haciendo es realmente obvio", concluyó.
Lando Norris fue el ganador de la glamorosa carrera, por delante del local, Charles Leclerc y su compañero de equipo Óscar Piastri. Por su parte, el argentino Franco Colapinto culminó 13º y redondeó una buena actuación.