
Durante la infancia de sus tres hijos, Bill Gates implementó reglas estrictas en su hogar respecto al uso de tecnología, desafiando la tendencia de acceso temprano a los dispositivos.
El cofundador de Microsoft, junto con su entonces esposa Melinda French, optó por retrasar la edad del primer smartphone hasta los 14 años para Jennifer, Rory y Phoebe, y estableció normas claras sobre el tiempo de pantalla y su uso dentro del entorno familiar.
Estas restricciones, que Gates explicó en diversas entrevistas, tenían como objetivo proteger la privacidad y el bienestar de sus hijos, además de fomentar hábitos saludables.

Bill Gates y Melinda French decidieron que sus hijos no tendrían acceso a smartphones antes de cumplir 14 años. “Nosotros, en referencia a su entonces esposa Melinda, no le dimos smartphones a nuestros hijos hasta que tuvieron 14 años”, explicó Gates en una entrevista con The Mirror en 2018.
Mientras la edad promedio para recibir el primer teléfono en países como España se sitúa en los 12 años, la familia Gates mantuvo una política más restrictiva. La decisión buscaba evitar los riesgos asociados a la exposición temprana a la tecnología, como la dependencia y el acceso a contenidos no controlados.
Gates subrayó que, aunque los celulares pueden facilitar la comunicación y la productividad, representan amenazas para la privacidad y la seguridad de los menores. Sus hijos manifestaron inconformidad al ver que sus compañeros ya disponían de teléfonos, pero los padres se mantuvieron firmes en esta norma.

La familia Gates implementó un horario fijo a partir del cual no se permitía utilizar dispositivos. “Fijamos una hora a partir de la cual no hay tiempo de pantalla, y, en su caso, les ayuda a dormir a una hora razonable”, explicó Gates.
Esta medida tenía la finalidad de mejorar la calidad del sueño de sus hijos, y ayudarlos a establecer rutinas saludables lejos de la luz de las pantallas antes de dormir.
Además del horario, Gates enfatizó la importancia de que el uso de la tecnología no interfiriera en otras actividades familiares. En esa línea, prohibía que sus hijos llevaran los dispositivos a la mesa a la hora de comer, promoviendo así la conversación cara a cara y el fortalecimiento de los lazos familiares.

En el hogar de los Gates, la convivencia familiar ocupaba un lugar central. Gates recalcó en la misma entrevista que el uso de celulares durante las comidas estaba prohibido.
Esta restricción pretendía fomentar el diálogo, fortalecer la relación entre padres e hijos y evitar que los dispositivos interrumpieran los momentos de unión familiar.
La medida responde a una preocupación compartida entre expertos sobre cómo la tecnología puede aislar a los niños, reduciendo el tiempo de contacto humano y la interacción social directa. Limitar el acceso a los móviles en situaciones clave ayuda a fijar límites sanos y departir momentos de calidad en familia.

Instituciones como la Academia Estadounidense de Pediatría sugieren evitar el uso de medios digitales, salvo videollamadas, antes de los cumplir 2 años. Entre los 2 y 5 años, aconsejan limitar el tiempo de pantalla a una hora diaria de contenido de calidad.
Asimismo, organismos como la Clínica Mayo sugieren previsualizar programas, buscar opciones interactivas, y utilizar controles parentales para bloquear o filtrar contenido.
La experiencia de la familia Gates coincide con estas pautas. Al retrasar el acceso a móviles y regular el tiempo de uso, se busca proteger el bienestar infantil y enseñar a los niños a relacionarse de manera más saludable con la tecnología, aspecto que distintos expertos advierten como prioritario.