
Las parejas que se conocen a través de aplicaciones de citas o sitios en línea tienden a experimentar una satisfacción en la relación ligeramente menor y una intensidad amorosa más baja que aquellas que iniciaron su vínculo en persona, según un estudio internacional citado por New Scientist.
Este hallazgo, basado en una muestra de miles de personas en 50 países, cuestiona la percepción generalizada sobre la eficacia de las plataformas digitales para formar relaciones de pareja duraderas y satisfactorias.
La investigación, liderada por Marta Kowal de la Universidad de Wrocław en Polonia, analizó las experiencias de 6.646 participantes, en su mayoría en relaciones heterosexuales, distribuidos en todos los continentes excepto la Antártida.
Los encuestados indicaron si conocieron a su pareja en línea y evaluaron su satisfacción en la relación. Además, el estudio midió la intensidad del amor a través de indicadores como la intimidad (por ejemplo, la sensación de ser comprendido por la pareja), la pasión y el compromiso (como la percepción de permanencia en la relación).

Los resultados, publicados por New Scientist, muestran que el 16% de los participantes que conocieron a su pareja en línea otorgaron una puntuación promedio de 4,20 sobre 5 en satisfacción de pareja, frente a 4,28 entre quienes se conocieron fuera del entorno digital.
Aunque la diferencia es pequeña, los autores la consideran estadísticamente significativa. Además, quienes iniciaron su relación en línea reportaron niveles más bajos de intimidad, pasión y compromiso.
Las posibles causas de esta brecha han sido objeto de análisis por parte de los investigadores. Kowal y su equipo señalan que las parejas que se forman en internet suelen presentar menos similitudes en aspectos como educación, etnia y religión, en comparación con aquellas que se conocen en persona.
Estas diferencias pueden traducirse en rutinas y valores divergentes, lo que podría afectar la calidad de la relación. Además, Kowal destaca el fenómeno de la “sobrecarga de opciones” que ofrecen las aplicaciones y sitios de citas, lo que puede llevar a los usuarios a cuestionar su elección de pareja y, en consecuencia, a una menor satisfacción.

Otro factor relevante es la deshonestidad en los perfiles: “A veces miras a alguien y piensas: ‘No, él no mide 2 metros. Mide, como, 1,70 metros’”, ejemplifica Kowal en declaraciones recogidas por New Scientist. Esta falta de sinceridad, asegura, puede generar resentimiento y afectar la relación a largo plazo.
Luke Brunning, investigador de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, considera que la amplitud geográfica del estudio lo convierte en una herramienta valiosa para futuras investigaciones. Según Brunning, este tipo de análisis puede ayudar a determinar si las citas en línea están transformando la manera en que las personas abordan las relaciones o si, en realidad, el cambio responde a una evolución en las actitudes hacia el compromiso.
Brunning también advierte sobre la necesidad de interpretar los resultados con cautela, ya que la mayoría de la muestra corresponde a relaciones heterosexuales y la diferencia observada, aunque significativa, es modesta.

El contexto histórico revela que la forma de conocer pareja ha cambiado de manera sustancial en las últimas décadas. Mientras que en la mitad del siglo XX en Estados Unidos era común que las parejas se conocieran a través de amigos, en la actualidad el entorno digital se ha convertido en el principal escenario para iniciar relaciones, según el análisis de New Scientist.
A pesar de las diferencias detectadas, Brunning subraya que la brecha entre quienes se conocen en línea y fuera de línea es limitada, lo que sugiere que el impacto de la vía de encuentro en la satisfacción de pareja, aunque existente, no resulta determinante.