
Durante una intensa tormenta con alerta de tornado en Lenexa, Kansas, en Estados Unidos, una familia vivió un momento sorprendente al encontrar un pequeño gatito fuera de su casa.
Preocupados por las condiciones del animal, decidieron abrir la puerta de su hogar para dejarlo pasar.
“Abrieron la puerta y el minino entró volando a la casa para escapar del mal clima y se acurrucó en la sala de estar”, relató Logan Dorr, oficial de control de animales de Lenexa, a The Dodo
Al notar que el comportamiento y la apariencia del animal no coincidían con los de un gato doméstico, los dueños comprendieron que necesitaban ayuda especializada y contactaron rápidamente al control de animales de Lenexa.
Al llegar, Dorr confirmó que el inesperado visitante era en realidad un cachorro de lince rojo, un hallazgo que sorprendió tanto a la familia como a las autoridades.

Debido a las condiciones climáticas extremas, el oficial de control animal no pudo liberar al lince de inmediato en su hábitat natural.
“Optamos por colocarlo en un transportador y mantenerlo en un lugar cálido hasta que la tormenta pasara”, explicó Dorr.
Su principal objetivo fue garantizar la seguridad y comodidad del pequeño dentro de la estación, lejos de los peligros que representaba el mal clima.
El resguardo temporal resulta fundamental, especialmente para animales jóvenes que aún no son capaces de valerse por sí mismos. Un ambiente protegido contribuye a evitar daños causados por la tormenta, la humedad y el estrés, facilitando que el animal recupere energías para su pronta reintegración.
“Los cuidados en momentos críticos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte de un animal salvaje”, señaló Dorr.
Además, el oficial enfatizó que la protección no solo implica refugiarlos físicamente, sino monitorear su salud y bienestar para evitar complicaciones posteriores. Por ello, es vital que este tipo de tareas quede en manos de profesionales capacitados que conozcan las necesidades específicas de cada especie.

A la mañana siguiente, el oficial Dorr descubrió varias llamadas perdidas sobre una gata montés y sus crías. Gracias a una cámara de seguridad instalada en la casa, la familia pudo localizar a la progenitora cerca del refugio original.
“Usé sonidos de lince rojo desde mi celular para atraerla y funcionó perfectamente”, explicó Dorr. En menos de diez minutos, la madre apareció para reencontrarse con su cachorro.
Los propietarios, que inicialmente habían acogido al lince rojo, compartieron con Dorr que habían visto a la mamá merodeando afuera de su casa. Era evidente que patrullaba la zona en busca de sus crías desaparecidas.
Con esperanza, Dorr sacó al cachorro en un transportín y reprodujo sonidos de lince rojo en su teléfono para atraerla, conteniendo la respiración mientras esperaba el momento esperado.
“Los sonidos funcionaron a la perfección”, dijo Dorr. “A los diez minutos, la mamá apareció justo detrás de mí”. Para él, fue una gran satisfacción presenciar la reunión de esta pequeña familia y sentir que su intervención había contribuido a apoyar la población de gatos monteses en Lenexa. “Fue muy reconfortante verlos juntos nuevamente”, concluyó.