
Naciones Unidas ha informado este martes de la muerte de 139 civiles en lo que va de julio a causa de los ataques aéreos de Rusia sobre Ucrania, en medio de un aumento de los bombardeos que tuvieron su apogeo en junio, cuando se registró el mayor número mensual de víctimas civiles desde el inicio de la invasión, con 232.
“El mes de julio no ha dado tregua a la población civil ucraniana”, ha lamentado la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liz Throssell, quien ha advertido del “devastador impacto físico y psicológico” que han tenido para la población “los repetidos ataques” sobre zonas residenciales.
Naciones Unidas ha cifrado en 139 las muertes de civiles y en 791 los heridos por los bombardeos rusos en Ucrania en lo que va de julio, antes de agregar que el 9 de julio se registró el uso de 728 drones en estos ataques, lo que supone un récord.
“La gente tiene que pasar horas refugiándose (...) Los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad son especialmente vulnerables”, ha explicado Throssell, quien ha advertido de que estos ataques “suscitan serias dudas en cuanto a su conformidad con el Derecho Internacional Humanitario”.
Throssell ha reiterado nuevamente a Rusia la necesidad de acordar un alto el fuego inmediato y de avanzar en un acuerdo de paz duradero que garantice la rendición de cuentas de aquellos responsables de graves violaciones contra los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

Asimismo, ha pedido a las partes que aceleren el intercambio de prisioneros de guerra, así como de los civiles retenidos, poniendo énfasis en el hecho de que ambos contendientes cuentan con centros de detención ilegales en los que se han cometido abusos y diferentes violaciones contra los derechos de estas personas.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, aseguró este lunes que la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de autorizar ventas de armas a países aliados, con el fin de que sean transferidas a Ucrania, constituye una señal inequívoca de cohesión entre Washington y Europa frente a la agresión militar rusa. La declaración se produjo tras una reunión con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
“Este paso es significativo”, afirmó Rutte en entrevista con Fox News.
“Si hoy estás en Beijing, en Delhi o en Brasil, y sabes que esto está por ocurrir, tal vez quieras llamar a Vladimir Putin y decirle: ‘Estamos comprando productos tuyos, pero si no se toma en serio la negociación de un alto el fuego, nos veremos afectados por sanciones secundarias’”, agregó.
La medida, anunciada por Trump durante el encuentro, contempla la venta de armamento valorado en varios miles de millones de dólares, incluidos sistemas antimisiles Patriot. La operación busca reforzar las capacidades defensivas de Ucrania mediante entregas indirectas realizadas por países europeos que ya forman parte del sistema de apoyo militar a Kiev.
Además, el mandatario estadounidense advirtió que, si en un plazo de 50 días no se registra un avance concreto hacia un acuerdo de paz, su administración impondrá aranceles del 100 % a los países que mantengan relaciones comerciales con Moscú. La amenaza apunta directamente a socios como China, India y Brasil, cuyos intercambios energéticos con Rusia han sido objeto de críticas por parte de Washington.
(Con información de Europa Press)