
El comienzo de Boca en el torneo Clausura fue decepcionante. Un empate con sabor a poco frente a Argentinos y otra igualdad en La Bombonera contra Unión marcaron el inicio del Xeneize en el torneo doméstico y la producción del equipo fue reprochada por sus hinchas. Es por ello que el Consejo de Fútbol analiza la posibilidad de sumar un nuevo refuerzo en su última línea, en un contexto en el que se espera la pronta salida de Marcos Rojo.
“A mí no me llamó nadie. Yo intento abstraerme de todo. Hoy no pienso en otra cosa que no sea en San Lorenzo. Sería una falta de respeto pensar en otra cosa teniendo la cinta de capitán”. Con esas palabras, Gastón Hernández buscó despejar cualquier especulación sobre su futuro inmediato tras el empate sin goles del Ciclón ante Gimnasia. Sin embargo, la realidad del mercado de pases argentino parece moverse a un ritmo distinto al de las declaraciones de sus protagonistas, y el interés de Boca por el defensor central de 27 años se mantiene como uno de los temas más relevantes en la agenda del club.
La realidad es que Juan Román Riquelme realizó una oferta formal a la entidad de Boedo San Lorenzo para adquirir el pase de Hernández. La propuesta, que asciende a 4 millones de dólares, fue presentada directamente a la dirigencia azulgrana, que aún no ha dado una respuesta definitiva. Esta cifra representa una apuesta significativa por parte del Xeneize, que desde hace tiempo busca reforzar su zaga central con un primer marcador central de jerarquía.
El interés de Boca por Gastón Hernández no es nuevo. El año pasado, el defensor figuraba en la lista de posibles incorporaciones, aunque en ese momento la negociación no prosperó. El nombre del zaguero volvió a cobrar fuerza en la previa al Mundial de Clubes, cuando Miguel Ángel Russo sugirió su contratación al Consejo de Fútbol. El experimentado DT, quien conoce bien al jugador por su reciente paso por el Cuervo, también había recomendado a Malcom Braida, quien finalmente se puso la camiseta azul y oro.
La situación actual de la defensa de Boca explica la urgencia de la operación. El equipo solo cuenta con Lautaro Di Lollo como opción natural para el puesto de primer marcador central, debido a la lesión muscular que marginó a Nicolás Figal en el debut ante Argentinos Juniors. Además, Cristian Lema ha quedado fuera de consideración y busca una salida, un caso similar al de Marcos Rojo.
En el caso de concretarse la transferencia, la idea del cuerpo técnico es que Hernández compita por el puesto de primer marcador central, a pesar de que en San Lorenzo suele desempeñarse como segundo marcador.
Los antecedentes del defensor desde que debutó en el Nuevo Gasómetro incluyen 95 partidos y tres goles, aunque su carrera se vio interrumpida el año pasado por una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lesión que lo mantuvo varios meses fuera de las canchas. A pesar de este contratiempo, el central recuperó la titularidad y la cinta de capitán.
Mientras tanto, la dirigencia de San Lorenzo evalúa la propuesta de Boca y se espera una definición en los próximos días. El desenlace de esta negociación podría tener un impacto directo en la conformación del plantel xeneize para la temporada, en un contexto donde cada refuerzo resulta clave para las aspiraciones deportivas de un equipo que sólo tiene por delante el Clausura y la Copa Argentina.