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La crisis institucional que atraviesa el Corinthians alcanzó un nuevo nivel de tensión este martes, cuando un grupo de hinchas ingresó a la sede del club, ubicada en el Parque San Jorge, para exigir cambios estructurales y sanciones contra los responsables de las deudas administrativas que afectan a la institución. Los aficionados, entre los que se encontraba la barra brava Gaviões da Fiel, también lanzaron amenazas contra los dirigentes y demandaron una reforma del estatuto del club.
El conflicto se intensificó tras la reciente destitución de Augusto Melo como presidente del Corinthians, quien fue apartado de su cargo por presuntos actos de corrupción. En su lugar asumió de manera interina el vicepresidente Osmar Stábile, aunque Melo intentó recuperar el control del club a pesar de la decisión tomada por el Consejo. Este cambio en la dirigencia no logró calmar los ánimos de los hinchas, quienes consideran que los problemas del club van más allá de los nombres y exigen una transformación profunda en su gestión.
La protesta fue liderada por Gaviões da Fiel, la barra más influyente del Corinthians y una de las más reconocidas de Brasil. En un comunicado, este grupo calificó la movilización como una “invasión por mala gestión” y aseguró que se trataba de una protesta pacífica. Además, hizo un llamado a los aficionados a unirse para impulsar una reforma del estatuto del club, con el objetivo de iniciar “una nueva etapa” en la historia del Corinthians. “La revolución empezó hoy, no tienes que ir ni por Augusto Melo, ni por Osmar Stábile, tienes que luchar por Corinthians”, declararon los ultras en su mensaje.
La movilización no se limitó a Gaviões da Fiel, ya que otras hinchadas organizadas del club, como Camisa 12, Pavilhão Nove, Estopim da Fiel, Coringão Chopp y Fiel Macabra, también participaron en las acciones de protesta. Estas agrupaciones, conocidas por su influencia en el entorno del club, se unieron para exigir transparencia y cambios en la administración, señalando que las deudas y los problemas financieros han afectado gravemente el desempeño del equipo tanto dentro como fuera del campo.
El Corinthians, que en el pasado fue conocido por sus ambiciosas contrataciones y su capacidad para competir a nivel continental, enfrenta ahora una situación crítica que pone en riesgo su estabilidad institucional. Las demandas de los hinchas reflejan un descontento generalizado con la gestión del club, que ha acumulado deudas significativas y ha visto cómo su rendimiento deportivo se ha deteriorado en los últimos años.
"Cerrado por mala administración": reza una de las banderas El equipo, que ganó el Campeonato Paulista a principios de año, está en el puesto 11 del Brasileirao, con 15 puntos, apenas cinco por encima de la zona de descenso a la Serie B. En la Copa Sudamericana, por caso, quedó afuera de la competición tras terminar tercero en el Grupo C. Todo, a pesar de contar con figuras rutilantes como el neerlandés Memphis Depay.
La situación en el Parque San Jorge es un reflejo de la creciente presión que enfrentan los dirigentes del Corinthians para responder a las demandas de los aficionados y encontrar soluciones a los problemas financieros y administrativos que aquejan al club.
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