La noche de festejos por la histórica victoria del Paris Saint Germain (PSG) frente al Inter de Milán (5-0) en la final de la Champions League disputada en Múnich se vio empañada por una ola de disturbios y violencia, que dejó al menos dos muertos y más de 500 detenidos.
Este domingo, el presidente francés, Emmanuel Macron, quien recibió a los jugadores en el Palacio del Elíseo, condenó los incidentes: “Nada puede justificar lo ocurrido en las últimas horas, los enfrentamientos violentos son inaceptables”, afirmó el mandatario antes de felicitar al plantel.
“Seguiremos adelante, castigaremos, seremos implacables”, agregó.

Las víctimas que se conocen hasta el momento son un menor de 17 años en Dax, tras recibir una puñalada en el pecho durante la noche del sábado, y un joven de unos 20 años en París, que fue atropellado mientras conducía un scooter en el barrio XV. El conductor abandonó el vehículo y huyó por temor a represalias, pero poco después se entregó a la policía, que procedió a su detención.
El hecho fue registrado por una persona que estaba cerca de la escena y las impactantes imágenes, que muestran el preciso instante del atropello, se viralizaron en las redes sociales.
En tanto, un agente de policía permanece en coma inducido después de que un petardo lo alcanzara en el departamento de La Mancha, mientras que la capital francesa registró la mayor parte de los disturbios y arrestos.
El balance de heridos incluyó a otros 22 miembros de las fuerzas de seguridad y siete bomberos. Entre los agentes lesionados, uno sufrió un hombro dislocado, otro se rompió la pierna tras una caída en moto, un tercero resultó herido en el ojo por un trozo de vidrio, y otro más sufrió un desgarro muscular en la pierna.
Los disturbios también provocaron 692 incendios, de los cuales 264 afectaron a vehículos. La policía intervino en el asalto a una zapatería, donde detuvo a unas 30 personas. Comercios en los Campos Elíseos y en ciudades como Annemasse (Alta Saboya), Pau (Pirineos Atlánticos) y Nantes (Loira Atlántico) sufrieron daños materiales. El medio Le Dauphiné Libéré subrayó que “varios comercios a lo largo de los Campos Elíseos han constatado daños materiales”.
De acuerdo con la Prefectura de Policía de Francia, se contabilizaron 559 personas detenidas en todo el país durante la ola de disturbios. El epicentro de los incidentes fue París, con 491 detenciones, y 320 personas pasaron a disposición judicial, de las cuales 254 se encontraban en la capital. Además, se reportaron 192 heridos y dos fallecidos en el contexto de las celebraciones, aunque las autoridades aún investigan si ambos decesos están directamente relacionados con los disturbios.
El dispositivo de seguridad desplegado en París incluyó a 5.400 agentes, según la Prefectura de Policía, que ya antes de la finalización del partido había informado de 59 detenciones.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, instó a las fuerzas de seguridad a actuar con firmeza frente a los responsables de los disturbios, a quienes calificó de “bárbaros y matones”. En un mensaje en la red X, expresó: “Ofrezco mi apoyo al prefecto de Policía y a todos los agentes de Policía que están garantizando la seguridad de todos. Es insoportable que no sea posible hacer fiesta sin temer el salvajismo de una minoría de matones que no respetan nada”.
El primer ministro, François Bayrou, también se pronunció en X, enviando un mensaje de ánimo a las fuerzas del orden: “Que la celebración sea hermosa y que todos velen por la seguridad de todos”.
El presidente de la ultraderechista Agrupación Nacional, Jordan Bardella, criticó la violencia recurrente en las celebraciones populares en Francia y lamentó el impacto negativo en la imagen del país. En su cuenta de X, afirmó: “Como ocurre en toda fiesta popular, la capital de Francia se convierte en un patio de recreo para la escoria”. Y añadió: “Siempre los mismos perfiles y siempre la misma impotencia estatal. Ya no se trata sólo de un grave problema de inseguridad: es toda la imagen de Francia la que está empañada en el mundo”.
Desde la oposición de izquierda, el diputado de La Francia Insumisa, Antoine Léaument, compartió imágenes de las escenas de tensión y criticó el dispositivo de seguridad implementado por Retailleau. Léaument declaró en X: “Bruno Retailleau organiza el caos con gases lacrimógenos en los Campos Elíseos. El bárbaro es él”. El diputado añadió: “Para que nos aclaremos: es repudiable el hecho de que haya gente que se aproveche de los números para intentar saquear comercios. Hay que detenerlos. Pero lanzar gases lacrimógenos a gente pacífica no tiene ningún sentido”.

El medio Le Dauphiné Libéré también recogió el llamado del extremo del PSG, Ousmane Dembélé, quien pidió a los aficionados evitar la violencia durante las celebraciones. En declaraciones a la CBS tras el partido, Dembélé expresó: “Va a ser increíble en París. Pero, por favor, ¡no rompamos nada! Nada de violencia. Estemos tranquilos, ¡solo estamos celebrando!”.
Finalmente, este domingo, los campeones de Europa fueron recibidos en la capital para celebrar el título con la afición. El equipo dirigido por Luis Enrique visitó primero el Palacio del Elíseo y luego recorrió las calles de París en un desfile. Las autoridades mantuvieron una estricta vigilancia ante la posibilidad de nuevos incidentes durante estos actos.
El despliegue policial y la respuesta de las autoridades han generado debate político. Mientras el gobierno defiende la actuación de las fuerzas del orden, sectores de la oposición critican el uso de gases lacrimógenos y la gestión de la seguridad. El medio Le Dauphiné Libéré subrayó la polarización de las reacciones políticas y sociales tras los disturbios.

En total, la noche de celebraciones por la victoria del París Saint-Germain dejó un saldo de cientos de detenidos, decenas de heridos, dos fallecidos y cuantiosos daños materiales en varias ciudades de Francia. Las autoridades continúan investigando los incidentes y han prometido reforzar las medidas de seguridad para los próximos eventos relacionados con el triunfo del club parisino.