Lulu Frieda reveló su lucha contra el alcohol: “Era una bebedora secreta”

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La cantante escocesa, conocida por interpretar temas como "The Man Who Sold The World", detalló sobre cómo la presión pública y la historia familiar influyeron en su adicción (Lulu - The Man Who Sold The World)

A los 76 años y con más de seis décadas de carrera, Lulu Frieda, la reconocida cantante escocesa que alcanzó la fama a los 15 años, decidió compartir públicamente una faceta desconocida de su vida: su lucha contra el alcoholismo, los traumas familiares que la impulsaron hacia la adicción y el proceso de recuperación que transformó su existencia.

En una entrevista exclusiva con The Times Magazine, la artista reveló por primera vez los detalles de una batalla personal que mantuvo oculta incluso a sus amigos más cercanos y a su entorno profesional.

La decisión de hacer pública su experiencia llega en el contexto de la publicación de sus memorias, If Only You Knew, donde Frieda aborda con honestidad los momentos más difíciles de su vida. “Si iba a escribir unas memorias, un libro de verdad, tenía que ser honesta. Sabía que todo iba a salir a la luz. Había tomado una decisión”, confesó la cantante.

Hasta ahora, la imagen de “Lulu” había sido la de una figura inmaculada, ajena a los excesos, pero la realidad era muy distinta. “Nunca había hablado del alcohol antes. ‘Lulu’ es como una imagen pulcra”, explicó. Además agregó: “No es que sea una mala persona. Pero soy muy exigente conmigo misma. Siempre quise ser la mejor Lulu y me aterraba parecerme a mi padre”.

En un diálogo exclusivo conEn un diálogo exclusivo con The Times, Lulu Frieda reveló su lucha contra el alcoholismo y los traumas familiares de sus memorias (Portada The Times)

La exlíder de la banda “Lulu And The Luvvers” describió cómo su adicción al alcohol se desarrolló de forma silenciosa y progresiva. El consumo comenzó a intensificarse tras la menopausia y la muerte de sus padres, en un periodo en el que el “nido vacío” y la presión de mantenerse vigente en la industria musical la llevaron a depender cada vez más del vino. “Era una bebedora secreta”, admitió.

Nadie lo sabía, ni siquiera mis amigos famosos que también están en recuperación. Cuando finalmente se los conté, me dijeron: ‘¿Cómo no nos dimos cuenta?’”, comentó. La artista nunca bebía delante de sus nietos ni antes de subir al escenario, protegiendo así la imagen pública que había construido durante 60 años.

El origen de su adicción, según relató, está profundamente ligado a su historia familiar. A propósito de ello, reconoció: “Es una enfermedad familiar. El gen está ahí”. Creció en un ambiente marcado por la violencia doméstica y el alcoholismo. Su padre, Eddie, agredía a su madre, Betty, en episodios que Lulu presenció desde niña en un humilde piso de Glasgow. “Mi madre me enseñó a guardar secretos”, recordó.

La vergüenza y el dolor por la situación familiar la acompañaron durante años, incluso después de alcanzar la fama y mudarse a Londres. “Cargué con mucha vergüenza por mis padres, por haber hecho que se llevaran a mi padre en una ocasión. Nunca quise parecerme a él”, relató. La artista reconoce que la represión de sus sentimientos y la necesidad de mantener una fachada perfecta contribuyeron a su dependencia del alcohol.

El proceso de recuperación deEl proceso de recuperación de Lulu Frieda incluyó terapia, integración en Alcohólicos Anónimos y reconciliación familiar (Grosby)

El punto de inflexión llegó en 2013, durante un almuerzo familiar por su 65 cumpleaños, cuando confesó a su hermana Edwina que había perdido el control sobre su consumo. Fue así que 24 horas después, la artista ingresó en el centro de rehabilitación Meadows (Arizona), donde permaneció 6 semanas y recibió el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático complejo, consecuencia directa de los traumas vividos en su infancia. “Viviste en una zona de guerra”, le indicó su terapeuta en Arizona.

Su compromiso con Alcohólicos Anónimos se mantiene hasta hoy. No era la primera vez que acudía a Meadows: en 1991, tras la ruptura de su segundo matrimonio con John Frieda y la separación temporal de su hijo Jordan, ya había buscado ayuda profesional.

El proceso de recuperación no solo implicó admitir su problema ante la familia, sino también reconstruir la relación consigo misma y con sus seres queridos. Su hijo Jordan, a quien llamó para informarle de su ingreso en rehabilitación, reaccionó con sorpresa y apoyo incondicional. “Nos entendemos muy bien”, afirmó la cantautora, quien destacó la importancia de la aceptación y el perdón en esta etapa de su vida.

“Ahora que estoy en recuperación, probablemente nunca he sido tan feliz y, al mismo tiempo, nunca he estado tan en contacto con mis sentimientos. Por eso, finalmente, pude perdonar a mis padres”, compartió con The Times. La artista subraya que el alcoholismo es una enfermedad que “lo desordena todo”, pero también reconoció: “Me alegro de ser alcohólica y de estar en recuperación”.

La artista admitió que la represión emocional y la autoexigencia por mantener una imagen, contribuyeron a su dependencia del alcohol (Lulu - Shout)

A través de la dualidad entre la “Lulu” del escenario y la persona real la llevó a sentirse, en sus palabras, “un esbozo de persona”. A pesar de los momentos oscuros, la música y la reinvención constante fueron motores fundamentales en su trayectoria. “Nunca quise quedarme estancada. Quiero crecer. He tenido que reinventarme muchas veces. Pero hay que estar agradecida por lo que se tiene”, señaló.

En la actualidad, vive en el centro de Londres, disfruta de la compañía de sus nietos y mantiene una rutina que incluye meditación, clases de actuación y reuniones de Alcohólicos Anónimos. Su relación con la familia es cercana y armoniosa, y ha logrado reconciliarse con su pasado.

El diagnóstico de trastorno deEl diagnóstico de trastorno de estrés postraumático complejo marcó un antes y un después en su vida (Keystone Pictures USA/Alamy Live News)

“Tuve muchos momentos difíciles. Y el alcohol apareció y me mordió la nariz. Pero si hay una característica que ahora reconozco en mí, es la resiliencia. Doy gracias por eso cada día”, remarcó.

Al mirar en retrospectiva, la cantante británica Lulu Frieda reconoció que la música ha sido su refugio y su salvación, un hilo conductor que le permitió superar la adversidad y encontrar sentido en medio de la tormenta.

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