
Una madre de San Diego sobrevivió tras perder extremidades por una infección carnívora, mientras lucha por conseguir prótesis para cuidar a sus hijos autistas
La historia de Arisbeth Muñoz, una madre de San Diego de 39 años, ha conmovido a la comunidad tras conocerse que, a finales de diciembre, una serie de infecciones comunes derivaron en una devastadora enfermedad que obligó a los médicos a amputarle ambas piernas por debajo de las rodillas, el brazo derecho y parte de la mano izquierda.
Según información de People, Muñoz, madre de dos niños con autismo, ahora busca recaudar fondos para adquirir prótesis que le permitan volver a cuidar de sus hijos y estar presente en sus vidas.

El 28 de diciembre, Arisbeth Muñoz acudió a urgencias tras experimentar vómitos y un dolor agudo en el costado.
Las pruebas médicas confirmaron que padecía gripe y una infección por estreptococo del grupo A, dos afecciones que suelen tratarse con antibióticos y medicamentos de venta libre. Sin embargo, en su caso, la evolución fue alarmante.
En declaraciones recogidas por People, Muñoz relató que, tras sentirse perfectamente bien esa misma mañana, su cuerpo comenzó a mostrar signos de sepsis, una reacción extrema del organismo ante una infección que puede resultar mortal.
La gravedad de la situación llevó a los médicos a advertirle que podría no sobrevivir esa noche. En una entrevista con ABC News 10, Muñoz explicó que los profesionales de la salud le comunicaron el pronóstico más sombrío: “Los médicos dijeron que fallecería esa noche”.

Durante ese periodo, su estado continuó deteriorándose. Sufrió un infarto, una hemorragia interna y desarrolló fascitis necrosante, conocida popularmente como “bacteria carnívora”, una infección que destruye rápidamente los tejidos blandos y que, en muchos casos, resulta letal si no se actúa con rapidez.
La única opción para frenar la propagación de la infección fue la amputación de las piernas por debajo de las rodillas, el brazo derecho y parte de la mano izquierda.
Muñoz describió el momento en que tomó conciencia de su nueva realidad: “Vi mis brazos y piernas: oscuridad. Creo que fue una pesadilla”. Tras meses de hospitalización, finalmente recibió el alta en abril, pero la vida que le esperaba fuera del hospital era completamente diferente.
En palabras recogidas por People, Muñoz reconoció: “Es difícil. Me ha cambiado la vida. No puedo cuidar de mis hijos al 100%”.
Sus hijos, Matthew y Enrique, ambos diagnosticados con autismo, han dependido siempre de su madre para su cuidado diario, terapias, evaluaciones y citas médicas.
Ahora, la imposibilidad de atenderlos como antes representa una de las mayores angustias para ella.

A través de una campaña en GoFundMe, Muñoz ha compartido su historia y la urgencia de conseguir prótesis que le permitan recuperar parte de su autonomía.
En la plataforma, expresó: “Ahora necesito desesperadamente prótesis para cuidar adecuadamente a mis dos hijos, Matthew y Enrique, quienes son autistas y han dependido mucho de mí para su cuidado, así como para estar presente en sus terapias, evaluaciones y citas médicas. Ahora, en estos momentos difíciles, mi mayor deseo es seguir cuidándolos”.
Mientras tanto, Muñoz se esfuerza por adaptarse a las tareas cotidianas. En declaraciones a ABC News 10, explicó que ha logrado recuperar cierta independencia: “Puedo comer sola y cepillarme los dientes sola.
Puedo levantarme de la cama de lado”. Estos pequeños logros, aunque significativos, no compensan la imposibilidad de atender plenamente a sus hijos, quienes requieren atención constante y especializada.
A pesar de las dificultades, Muñoz mantiene una actitud positiva y agradecida
En sus propias palabras, compartidas tanto en GoFundMe como en entrevistas con medios, subrayó: “Estoy agradecida porque estoy viva y puedo estar con mis hijos”.