
A lo largo de más de cinco décadas de carrera, Malcolm McDowell ha encarnado personajes memorables y ha dejado una huella indeleble en la historia del cine, especialmente con su mítica interpretación en “La naranja mecánica” bajo la dirección de Stanley Kubrick. Hoy, con 82 años recién cumplidos, el veterano actor británico sigue demostrando que el paso del tiempo no ha menguado su energía ni su pasión por el oficio. Lejos de contemplar la jubilación, McDowell se mantiene tan activo como siempre y continúa sumando proyectos a su filmografía.
Él mismo lo afirma con total claridad en una entrevista reciente con PEOPLE. Ante la pregunta sobre sus planes de retirarse de la actuación, su respuesta es categórica: “Todavía me encanta trabajar. Supongo que el día que no me guste, dejaré de hacerlo, pero no creo que vaya a ser pronto”. Esta declaración condensa la filosofía de vida del intérprete, que considera el placer y la entrega al trabajo como los principales motores para seguir adelante. “Supongo que el día que no me guste, supongo que ahí pararé”, vuelve a subrayar McDowell, dejando claro que, aunque reconoce su edad y nota que ya son pocos los de su generación que permanecen activos, no vislumbra aún el final de su carrera.

El presente profesional de McDowell reafirma esa determinación. En plena octava década de vida, el actor se encuentra inmerso en una intensa agenda de estrenos y rodajes. Su más reciente aparición es la cinta “Et Tu”, una comedia negra de tinte shakespeariano dirigida por Max Tzannes, que ya está disponible en formato digital. La película, una producción independiente que debutó en el Festival Internacional de Cine de Heartland en octubre de 2023, ha cosechado elogios y refleja la permanente vitalidad creativa de su protagonista.
Pero el calendario de McDowell va mucho más allá de este estreno. El actor adelanta que tiene “cuatro o cinco películas esperando a salir”, entre ellas un western titulado “Last Train to Fortune”, donde comparte pantalla con James Paxton —hijo del fallecido Bill Paxton— y con Mary Steenburgen, que también es su ex esposa. Otro de los proyectos en la lista es “Dog & Bull”, además de la producción “Summerhouse”, que el propio McDowell describe como “una película fantástica” ambientada en la década de 1970. En esta última obra, interpreta al patriarca de una familia, un alcohólico empedernido al que un joven debe cuidar durante el verano antes de partir a la guerra de Vietnam. El actor considera que el proceso con este peculiar personaje “endurece” al joven y deja traslucir su gusto por los papeles con aristas psicológicas y profundidad emocional.
En cuanto a la experiencia de rodaje y su colaboración más reciente, destaca la química experimentada en “Et Tu”, donde actuó junto a Lou Diamond Phillips. McDowell no ahorra elogios para su compañero de reparto, a quien califica de “muy buen actor” y “un hombre encantador”. Admite que la colaboración fue particularmente placentera, a pesar de que nunca habían trabajado juntos antes. En la historia, Phillips encarna a Brent, un director que intenta montar una producción de “Julio César” y se topa con un misterioso conserje —interpretado por McDowell— que aporta un giro macabro a la trama. McDowell reconoce que disfrutó mucho del papel, precisamente por su naturaleza poco convencional. “Me gustó bastante su peculiaridad... todo tiene un toque irónico”, afirma sobre el guion, destacando que todo el equipo actoral y técnico demostró gran solidez y creatividad a lo largo del rodaje.

Más allá de sus actuales trabajos y de los proyectos que pronto verán la luz, McDowell también mira hacia el pasado y reivindica algunas de sus interpretaciones menos reconocidas por el gran público y la crítica. Entre ellas, menciona el thriller psicológico “Evilenko” de 2004, dirigido por David Grieco, donde encarnó a un asesino en serie en Ucrania. El actor sostiene que ese film es “increíble” y una de sus mejores interpretaciones, a pesar de pasar más desapercibida. “Es una película de terror, pero psicológica; no hay sangre, no hay cortes. Es realmente genial”, reflexiona con cierto orgullo y matizando su profunda pasión por los papeles complejos que exploran la mente y los límites de sus personajes.
El caso de Malcolm McDowell es el de un artista que, mientras la motivación esté intacta y el entusiasmo permanezca, se resiste a abandonar los escenarios y los sets. A sus 82 años, su presencia sigue resultando ineludible y su trabajo inspira tanto a generaciones pasadas como a las nuevas, reafirmando que el arte y la vocación no reconocen límites de edad.