Alrededor de 1.400 peregrinos participaron en la primera peregrinación oficialmente reconocida de católicos LGBTQ+ a Roma. El evento, inscrito en el calendario oficial del Año Jubilar de la Iglesia católica, reunió a personas de unos 20 países en actividades religiosas y procesiones. El viernes, unos 1.000 fieles se congregaron en la Iglesia del Gesù, un templo barroco del siglo XVII, para rezar, tocar música y participar en momentos de reflexión.
El sábado, los asistentes realizaron la procesión hasta la Basílica de San Pedro, ingresando por la Puerta Santa, que simboliza perdón y reconciliación y solo se abre en años jubilares, cada 25 años. El acceso de los fieles LGBTQ+ a este espacio marcó un acontecimiento inédito, ya que este grupo ha enfrentado en ocasiones rechazo y discriminación por parte de miembros e instituciones eclesiásticas. Durante la misa previa al recorrido, presidida por el obispo Francesco Savino, se destacó el carácter oficial y la acogida de la Iglesia a los participantes.
Los organizadores citaron la evolución respecto a eventos pasados: Francis DeBernardo, director ejecutivo del New Ways Ministry, recordó que en el jubileo de 2000, durante la celebración del primer WorldPride en Roma, “el Vaticano condenó los eventos y abundaba la retórica anti-gay”. “Veinticinco años después, los católicos LGBTQ+ pasan por la Puerta Santa”, dijo a CNN.
El actual pontífice, papa León XIV, elegido en mayo, mantiene el legado de su predecesor, aunque aún no ha emitido declaraciones públicas sobre la comunidad LGBTQ+. Durante su papado de 12 años, el papa Francisco defendió que los católicos LGBTQ+ son “hijos de Dios” y autorizó la bendición de parejas del mismo sexo, acción que incomodó a sectores conservadores, sobre todo en África.
En 2023, Francisco oficializó mediante un decreto la posibilidad de que sacerdotes bendijeran a parejas del mismo sexo bajo ciertas condiciones, excluyendo rituales equiparables al matrimonio. La doctrina católica sigue definiendo el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y califica la homosexualidad como “intrínsecamente desordenada”, aunque exige respeto y evita toda “discriminación injusta” hacia las personas gay.
Las expectativas sobre la actitud del Vaticano se fortalecieron después de que el papa León XIV recibiera al jesuita James Martin, sacerdote estadounidense y defensor de los católicos LGBTQ+, en una audiencia privada en el Palacio Apostólico. Martin lidera un grupo de peregrinos estadounidenses y declaró que lo escuchado del pontífice hace prever la continuidad del enfoque acogedor de Francisco.
Michael O’Loughlin, responsable del grupo Outreach, consideró que la peregrinación representa “un momento significativo”: la Iglesia ahora ayuda a los católicos LGBTQ+ a “contar sus historias”, dijo a CNN. El Vaticano prevé la llegada de unos 32 millones de peregrinos durante el Año Jubilar. Mientras, la controversia sobre la aceptación de las personas LGBTQ+ sigue vigente en distintos sectores católicos y cristianos, incluyendo el debate sobre las bendiciones y matrimonios entre personas del mismo sexo.