“Los jugos verdes no desintoxican el cuerpo, pero sí colaboran con las funciones de los órganos encargados de la detoxificación”, afirmó Sol Vásquez Lic. en nutrición (MN 10.557) durante una entrevista con Infobae.
La especialista explicó que “los riñones, los pulmones, la piel y el hígado” son los órganos responsables de eliminar toxinas, y que las bebidas a base de frutas y vegetales “ayudan a hidratar y limpiar” gracias a los nutrientes que contienen, aunque su efecto se limita a “apoyar las funciones que ya realizan estos órganos”.
Vásquez abordó los mitos y realidades en torno a los llamados jugos detox y otras prácticas populares como el consumo de agua con limón en ayunas. Subrayó que “no necesariamente existe un alimento que nos va a hacer adelgazar o, por el contrario, nos va a hacer engordar”. Según su análisis, la composición corporal depende de “un conjunto de factores”, entre los que mencionó el descanso, la gestión del estrés, la actividad física y la alimentación.
Consultada sobre si los jugos verdes pueden reemplazar comidas, la experta recomendó que “no reemplacen una comida específica, sino que puedan complementar la alimentación en general”.
“Hay que tener en cuenta cómo se arman, qué ingredientes tienen estos jugos, qué frutas, qué vegetales tienen y en ese caso pueden infinitamente complementar la alimentación de una persona”, dijo y destacó que para quienes tienen dificultades para consumir ensaladas, los jugos pueden ser una alternativa para aumentar la ingesta de vegetales y frutas.
Respecto a la creencia de que el agua con limón activa el metabolismo, la licenciada desmintió el mito: “El metabolismo no es que se prende y se apaga, siempre está funcionando”. Explicó que factores como la actividad física, el descanso y la gestión del estrés pueden influir en la eficiencia metabólica, pero “no necesariamente va a haber un alimento muy relevante que lo pueda llevar a activar más”.
Sobre la seguridad de incorporar jugos verdes o agua con limón sin supervisión profesional, la especialista indicó que “son hábitos que pueden funcionar y que pueden ayudar a regular las hormonas, limpiar el hígado y la microbiota intestinal”. Resaltó que estos jugos, al estar elaborados con frutas y vegetales, “suelen tener muy buenas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”. No obstante, advirtió que “si hay alguna enfermedad o si hay alguna toma de medicación o algo contraproducente, siempre es mejor consultar con el médico”.

En cuanto a la preparación del jugo verde, Vásquez recomendó mezclar vegetales y frutas, mencionando ingredientes como apio, espinaca, manzana, limón, pepino, perejil y cilantro. Según la medicina china, algunos de estos alimentos “arrastran metales pesados” presentes en ciertos productos alimenticios.
Sobre el momento ideal para consumir estas bebidas, la especialista sugirió que “es recomendable que se puedan incorporar cuando uno recién arranca la mañana, cuando el estómago está en ayunas”, ya que “todos esos nutrientes van a poder ejercer un efecto más protector, más beneficioso que cuando está combinado con tantas otras comidas”.
Ante la pregunta sobre si el limón puede resultar fuerte para el estómago vacío, la experta recomendó “apelar a la individualidad” y evaluar si la persona presenta síntomas digestivos, aunque consideró que “es un buen hábito arrancar con agua, limón o hidratar el cuerpo con alguno de estos jugos en vez de hacerlo con café o mate, que son infusiones más estimulantes”.
La viralización de estos hábitos en redes sociales, según Vásquez responde a la búsqueda de “soluciones muy rápidas, que no tengan esfuerzo y que puedan ser de una manera efectiva”. Sobre la influencia de los creadores de contenido, advirtió que “muchas veces no tienen noción de la llegada que puede tener la comunicación y el mensaje que dan y no tienen mucha formación para poder dar esas recomendaciones”. Por ello, recomendó discernir si el consejo proviene de un profesional con formación o si es “simplemente algo de las redes sociales, una moda”.
Para distinguir entre un hábito saludable y una moda pasajera, la especialista sugirió que “un hábito no debería generar tanto estrés, tanta ansiedad, tanta exigencia o rigidez, sino que todo lo contrario”. Si una rutina nueva provoca esas sensaciones, “ahí se puede diferenciar entre un hábito que me genera realmente bienestar a una moda impuesta que no está relacionándose con el estilo de vida que tiene uno”.
Al ser consultada sobre cómo iniciar un cambio de hábitos desde cero, la licenciada propuso que “en las mañanas, cuando uno le pone foco e intención y busca conexión con uno mismo, es un hábito que se puede incluir, que es gratuito”. Entre las opciones mencionó “prepararse de una manera más tranquila antes de ir al trabajo, tomar agua en la mañana, escribir y organizar las tareas del día, hacer alguna respiración, meditación, movimiento o tomar sol”. Consideró que estas prácticas “generan una conexión con uno mismo, que son gratis y sería un hábito sostenible que nos puede hacer muy bien”.
Finalmente, la especialista recomendó que quienes deseen incorporar hábitos saludables comiencen por prácticas sencillas y sostenibles, como hidratarse al despertar, organizar las tareas del día, realizar ejercicios de respiración o meditación, o exponerse al sol. Estas acciones, según indicó, pueden contribuir al bienestar general sin necesidad de recurrir a soluciones rápidas o modas sin respaldo científico.