La tiktoker Anna Grace Phelan, quien conmovió a miles de personas compartiendo su valiente lucha contra el cáncer cerebral, falleció a los 19 años, apenas unos meses después de haber recibido su devastador diagnóstico.
La noticia fue confirmada por su madre, Nadine Phelan, a través de un comunicado en redes sociales, donde con dolor, pero también con esperanza, anunció la muerte de Anna
“Es con profunda tristeza que anunciamos que nuestra hermosa hija, Anna Grace Phelan, regresó a casa con el Señor y Salvador, Jesucristo“, declaró Nadine.
Su madre, profundamente agradecida por el apoyo recibido, quiso dar las gracias por las miles de oraciones que recibió la joven. Además de mencionar que todos deben alegrarse porque que ahora Anna está en el cielo y ha sido sanada, refiriéndose a que más allá del dolor, hay consuelo en su fe, en la creencia de que ha encontrado descanso y una sanación que trasciende este mundo.
“Gracias por sus miles de oraciones por su curación y su paz. Que todos nos alegremos de que ahora está en el cielo y ha sido sanada. Recordemos que el único camino a la tierra prometida del cielo es solamente a través de Jesucristo“, agregaron.
Anna nació en Florida, pero vivía en Georgia, y estaba muy involucrada con su comunidad cristiana. Era una joven que, pese a la adversidad, decidió mostrar al mundo cada etapa de su camino con un tumor cerebral de grado 4, específicamente un glioma inoperable, según reveló en uno de sus primeros videos en TikTok.
A través de TikTok, abrió su corazón y sus días a quienes quisieran acompañarla, documentando su proceso con verdadera honestidad, desde los primeros síntomas durante el verano pasado, justo cuando estaba por empezar la universidad, hasta las secuelas físicas que la enfermedad fue dejando en su cuerpo.
En uno de sus últimos videos, publicado el 14 de mayo, Anna escribió: “Manténganme en sus oraciones. Muchísimas gracias a todos”.
El funeral de Anna Grace Phelan se celebrará el 29 de mayo en Georgia, donde seguramente se reunirán quienes la amaron, quienes la siguieron y quienes, sin conocerla en persona, encontraron en ella una fuente de fortaleza.
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