El fútbol femenino continúa rompiendo barreras, y ahora lo hace en el ámbito de las transmisiones mediáticas. En un anuncio que ha sorprendido al mundo del deporte, Netflix y la FIFA han sellado un acuerdo histórico que otorga a la plataforma de streaming los derechos exclusivos para la Copa Mundial Femenina de 2027.
Esta alianza marca un punto de inflexión, ya que es la primera vez que un evento deportivo de tal prestigio y alcance global será transmitido exclusivamente por un servicio de streaming.
Para Netflix, es una inversión estratégica que lo posiciona como un jugador importante en el mercado de la retransmisión deportiva en vivo, un campo dominado tradicionalmente por las cadenas de televisión.
El impacto de una exclusividad histórica
El acuerdo tiene implicaciones de gran calado para los aficionados al fútbol. Para ver los partidos del Mundial Femenino de 2027, los espectadores deberán contar con una suscripción a Netflix, un cambio drástico respecto a las transmisiones en canales de televisión abierta o de pago tradicionales.

Este movimiento no solo es una jugada audaz de Netflix, sino que también es un claro indicador del enorme valor comercial y de la popularidad del fútbol femenino. La FIFA, al asociarse con un gigante del entretenimiento, busca maximizar la audiencia del torneo, llevando el deporte a una nueva generación de consumidores de contenido digital.
La Copa del Mundo Femenina de 2023 ya había batido récords de audiencia, y el acuerdo con Netflix sugiere que la edición de 2027 tiene un potencial aún mayor. El torneo no solo será una vitrina para el talento deportivo, sino también un experimento pionero sobre cómo el futuro de los deportes en vivo se entrelazará con el mundo del streaming.
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