Nueva York pierde millones de dólares por el desplome del turismo extranjero

La caída del turismo internacional en Nueva York prevé dos millones menos de visitantes en 2025 respecto al año anterior. (REUTERS/Eduardo Munoz)

El turismo internacional hacia Nueva York, históricamente uno de los destinos más populares de Estados Unidos, está atravesando una de sus etapas más críticas en años recientes.

La disminución en la llegada de visitantes extranjeros está dejando sentir su impacto en los negocios y en la industria turística de la ciudad, la cual depende en gran medida del flujo de turistas internacionales.

Según cifras proporcionadas por NYC Tourism + Conventions, se espera que la ciudad reciba dos millones de viajeros internacionales menos en 2025 en comparación con 2024, lo que representa un descenso significativo en los ingresos previstos.

La directora ejecutiva del organismo, Julie Coker, comentó a CNN que “el turismo internacional es extremadamente importante para nosotros porque, aunque solo representa el 20% del total de visitas, supone el 50% del gasto de los visitantes”.

El gasto de los viajeros internacionales en Estados Unidos se reducirá este año en 12.500 millones de dólares. (REUTERS/Mike Segar)

Entre los múltiples factores que explican esta contracción turística, destacan las preocupaciones de los viajeros extranjeros sobre las políticas migratorias y la percepción de inestabilidad política en Estados Unidos.

Según Bill Martin, un turista australiano entrevistado por CNN mientras recorría Nueva York, “hay dudas sobre si la gente podrá entrar en el país. Y eso hace que la gente piense en un destino mejor para visitar que Estados Unidos”.

Estas inquietudes están afectando no solo a viajeros individuales, sino también a familias, como señala Eman Moretti, un estudiante italiano que reside en Estados Unidos: “Es un poco más difícil venir incluso para ellos... Era complicado, porque nunca se sabe si la gente va a pasar la aduana”.

El problema no se restringe únicamente a una disminución en el número de visitantes provenientes de naciones distantes. Incluso Canadá, que históricamente ha sido el mayor emisor de turistas hacia Estados Unidos, muestra una notable caída en el número de viajeros que cruzan la frontera.

Políticas migratorias y la percepción de inestabilidad desmotivan a turistas extranjeros que ahora optan por otros destinos. (AP Foto/Julia Nikhinson)

Según CNN, muchos canadienses están optando por explorar destinos dentro de su propio país debido a la retórica política procedente de Washington y las tensiones bilaterales.

En palabras de Matt Levy, operador de tours personalizados en Nueva York, “mis tres clientes canadienses más importantes me han dicho que las juntas de padres no van a dejar que los chicos vengan a Estados Unidos... Eso supone el 40% de mi negocio”.

Además, la disminución de turistas ha empezado a afectar severamente negocios locales que dependen del turismo internacional. Según Renée Rewiski, guía turística en Nueva York desde hace más de una década, las cifras actuales no se veían desde los tiempos más críticos de la pandemia de COVID-19.

“El año pasado por estas fechas teníamos 20 personas en la visita guiada. Hoy tenemos cinco”, declaró Rewiski a CNN. La guía añadió que esta situación está afectando a muchas familias y trabajadores locales: “Somos nosotros los que estamos sufriendo”.

Futuras celebraciones como la Copa Mundial de Fútbol 2026 y el 250 aniversario de la independencia podrían revitalizar el turismo. (REUTERS/Eduardo Muñoz)

El impacto económico de esta disminución se hace aún más evidente al observar las cifras globales. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el gasto de los viajeros internacionales en Estados Unidos se reducirá este año en 12.500 millones de dólares.

Ciudades como Miami, Orlando y Los Ángeles, también entre los destinos favoritos de los turistas extranjeros, ya están sintiendo los efectos económicos de esta caída.

Trabajadores del sector, como Renée Rewiski, insisten en la necesidad de cambios para evitar pérdidas de empleo y salvar el sustento de miles que dependen del turismo. “No sé qué podemos hacer… pero sé que la gente está perdiendo sus puestos de trabajo en la ciudad de Nueva York”, enfatizó.