
Equipado con un termómetro infrarrojo, el artista austríaco Jonas Griessler mide el calor sofocante en un patio interior en el centro de Viena.
Gracias a la obra de arte de su colectivo, que cubre el asfalto negro con una multitud de colores brillantes, la temperatura del suelo ha bajado de 31 a 20 °C.
Iniciada por el museo que exhibe la colección privada de la fallecida multimillonaria austríaca Heidi Horten, la iniciativa combina creatividad, ciencia y urbanismo mientras Europa se asfixia bajo la última ola de calor.
“Los tonos infantiles reflejan la ligereza y la inconsistencia con la que nuestra sociedad aborda este tema” del cambio climático, dijo Griessler, de 25 años, artista del colectivo Holla Hoop.

Con olas de calor más intensas, largas y frecuentes como consecuencia directa del cambio climático según los científicos, las ciudades europeas intentan modificar su planificación urbana.
Muchas han optado por más vegetación y también por pinturas más claras que reflejan los rayos solares, tratando de evitar materiales oscuros, que retienen el calor.
“Queríamos mejorar ligeramente la calidad” de la estancia de los visitantes y “fomentar la concienciación”, dijo la curadora Veronique Abpurg, contenta de que los turistas estén “atraídos por esta paleta visualmente agradable”.
Mientras que cada superficie coloreada representa un año, cada una contiene pequeños puntos. Cada punto representa mil millones de toneladas de emisiones de CO2, y el número de puntos en cada superficie equivale a las emisiones mundiales de ese año.

De este modo, se puede visualizar el aumento de las emisiones debido a la actividad humana entre 1960 y 2000.
“Los bloques se van llenando poco a poco”, lamentó el artista, cuyo origen está en el arte del grafiti.
“Empieza con nueve puntos, y al final, hay tres veces más”, dijo.
“Es una pieza del mosaico para adaptarse a las olas de calor urbanas”, dijo Hans-Peter Hutter, especialista en salud ambiental de la Universidad Médica de Viena, quien apoya la iniciativa.

Una temperatura más baja en el asfalto significa que los edificios que rodean el patio necesitarán menos refrigeración, lo que reduce el uso de aire acondicionado, dijo Hutter.
“Necesitamos comunicar mejor sobre el tema (del cambio climático) para que la gente no pierda la esperanza” y vea las medidas de adaptación como una actividad divertida, añadió.
Fuente: AFP
[Crédito: Alex Halada/AFP]